Putin pide a Londres que no contribuya a instigar "escándalos políticos"

El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó hoy la muerte del ex espía ruso en Reino Unido como una "tragedia", pero dijo que no ha visto ninguna prueba que demuestre que se trató de "una muerte violenta" y exigió a las autoridades británicas que "no contribuyan a instigar escándalos políticos".

Putin, que transmitió sus condolencias a la familia de Alexander Litvinenko, dijo que los documentos médicos británicos no muestran "que fuera un resultado de violencia". "No se trata de una muerte violenta, así que no hay ninguna base para especulaciones de este tipo", añadió. Putin hizo estas declaraciones antes de que las autoridades sanitarias británicas anunciaran que el ex espía falleció por envenenamiento producido por polonio 210, una sustancia radiactiva. Poco antes de morir, Litvinenko dictó una declaración en la que acusa a Putin de estar implicado en su muerte.

El presidente ruso señaló que el hecho de que esta nota se difundiera sólo tras su muerte es una "provocación". "Es lamentable que un acontecimiento tan trágico como la muerte se utilice para provocaciones políticas", dijo en rueda de prensa al término de la cumbre UE-Rusia.

"Creemos que las fuerzas de seguridad británicas se dan cuenta de su responsabilidad para proteger a los ciudadanos que viven en Reino Unido, y ello incluye a los ciudadanos rusos, sea cual sea su opinión política, cuando están en Reino Unido. Espero que las autoridades británicas no contribuyan a instigar escándalos políticos", añadió Putin.

Putin no admite lecciones de la UE

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"No tenemos que olvidarnos de crímenes de este tipo, no sólo en Rusia sino también en Europa. En los países europeos hay bastantes asesinatos políticos bien conocidos que no han sido plenamente investigados o resueltos todavía", aseguró el presidente ruso ante Vanhanen, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana.

Se refirió también al caso de la mafia y al gran número de policías, fiscales, políticos o incluso jueces que han sido acusados en la UE durante décadas y lo calificó de "grave problema". "Dado nuestro nivel de desarrollo, el problema se está agudizando, no lo quiero negar, pero vamos a combatirlo junto con nuestros colegas europeos e intentar cambiar la situación", insistió Putin, que añadió que "no es correcto politizar este tema".