El presidente chino quiere "purificar" la Red

Beijing

El presidente chino, Hu Jintao, ha pedido supervisar y regular de forma más eficiente Internet -la Red cuenta con más de 130 millones de usuarios en el gigante asiático-, para garantizar la seguridad de la información y la "estabilidad nacional". "Que podamos manejar Internet es un aspecto que afecta al desarrollo de la cultura socialista, de la seguridad de la información y de la estabilidad nacional", manifestó recientemente el mandatario en una reunión del Partido Comunista.

Hu Jintao solicitó a los presentes en ese encuentro que "de forma activa y creativa contribuyan a alimentar una cultura virtual saludable" y señaló que el gobierno debería recurrir a la tecnología para guiar a la opinión pública que utiliza como canal de comunicación Internet. "Deberíamos difundir más información de buen gusto y promover productos online que representen la grandeza de la cultura china", afirmó. "Debemos promover un funcionamiento y uso de Internet civilizado, y purificar el entorno de la red".

En el último año el Gobierno chino ha emprendido una importante campaña para controlar la difusión de información y opiniones en la Red china, que cuenta con 20,8 millones de personas con su blog. El Ejecutivo del país asiático ya ha anunciado su intención de obligar a registrarse con datos personales reales a quienes posean una bitácora virtual, lo que obligará a los bloggers a autocensurarse para evitar castigos.

Crece el número de internautas chinos en un 24%

El número de internautas chinos creció el año pasado casi un 24% y, según un estudio hecho público ayer, miércoles, esta cifra podría llegar a superar en 2010 el número de usuarios de Estados Unidos (el país con la mayor comunidad virtual del mundo, con 210 millones de clientes).

La gran mayoría de los internautas chinos no puede acceder a algunas páginas web situadas más allá de sus fronteras, aquellas que ofrecen una versión crítica sobre la actualidad o que difiere de la proporcionada por los medios oficiales. La ONG Reporteros sin Fronteras incluye a China en la lista de países que no respetan ese derecho básico a la libertad de expresión e información. A menudo, los informes de la organización no gubernamental incluyen críticas a Pekín por detener disidentes que expresaban sus opiniones en la red, cerrar páginas y, en definitiva, intentar ejercer un control casi total sobre la información que circula por la Red.