Al menos 58 muertos en Irak en cuatro atentados
La jornada sangrienta ha coincidido con la fiesta más importantes de los chiíes, la Achura
Al menos 58 iraquíes han muerto hoy, martes, según el nuevo balance de las autoridades del país, en varios atentados perpetrados en la máxima festividad religiosa chií, la Ashura, la primera que se celebra desde febrero de 2006, cuando una bomba de los extremistas suníes destrozó la mezquita de Samarra y desencadenó los enfrentamientos confesionales en Irak.
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La primera de las explosiones tuvo lugar a las 11:30 en la localidad kurda de Janaqin, próxima a la frontera con Irán, cuando cientos de chiíes se reunían para celebrar la Ashura, el día más importante del calendario islámico chií, que conmemora el séptimo centenario de la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma.
Según un policía, al menos 13 personas murieron y otras 39 sufrieron heridas. La mayor parte de las víctimas son kurdos chiíes, que son mayoría en la localidad. Aunque la gran parte de los kurdos son de confesión suní, también hay kurdos que profesan la confesión chií.
Aproximadamente una hora después, un suicida se inmoló cerca de la entrada de una mezquita chií de Mandali, una ciudad de mayoría chií del sur del país, también próxima a la frontera con Irán. Al menos 26 personas murieron y otras 47 resultaron heridas. El terrorista hizo estallar su cinturón explosivo cuando se encontraba en medio de los peregrinos que iban a entrar en la mezquita Ali al-Akbar.
Emboscada
Además, hombres armados tendieron previamente una emboscada a un autobús en el que viajaban peregrinos chiíes que iban a celebrar la Ashura, matando al menos a siete personas e hiriendo a otras siete, según fuentes policiales. Los atacantes se aproximaron en dos vehículos y arrojaron dos bombas contra los ocupantes, antes de huir a toda velocidad. El ataque ocurrió en el distrito de Hay al Amil, una zona mixta, en el límite con la provincia de Diyala.
En otro punto de el país, al menos dos civiles murieron y otros ocho resultaron heridos como consecuencia de la explosión que se produjo en medio de una procesión de fieles chiíes en el distrito de Khanqin, al oeste de Baaquba, 57 kilómetros al norte de Bagdad.
En respuesta a los ataques contra chiíes, proyectiles de mortero alcanzaron barrios de mayoría suní en Bagdad, según fuentes oficiales, incidiendo en la muerte de al menos nueve personas y de otros 30 heridos, según un nuevo recuento de víctimas.
Asimismo, una bomba de mortero explotó en un barrio de mayoría chií, según informó la Policía, que no precisó el lugar del atentado en el que murió una persona.
Mientras, dos policías iraquíes morían en otra explosión en Mosul, al norte de la capital, según fuentes policiales, al tiempo que informaron de que otro hombre, de confesión chií, fue abatido en la capital.
Finalmente, la Policía ha encontrado al menos ocho cadáveres en distintos puntos de Bagdad, todos con signos de haber sido torturados por presuntas milicias sectarias.