Internacional

Grupos de derechos humanos palestinos acusan a Hamás de torturas

Dos palestinos fueron detenidos y castigados hasta la muerte por los islamistas, según dos organizaciones

Dos organizaciones palestinas de derechos humanos acusaron ayer al movimiento islamista Hamás de detener ilegalmente y torturar hasta la muerte a dos prisioneros en Gaza. Los islamistas niegan las acusaciones y aseguran que uno de los detenidos se suicidó. La facción palestina radical manda en la franja tras haber tomado el control por la fuerza hace poco más de un mes.

El Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR) ha abierto una investigación sobre la muerte de Waleed Abu Dalfa, detenido el pasado domingo por varios pistoleros enmascarados en el noroeste de la franja de Gaza. La organización acusa a las Brigadas Izziddin al-Qassam, el ala militar de Hamás.

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Abu Dalfa, de 45 años, murió en un centro de detención de los islamistas, según el PCHR. Los médicos acreditaron hematomas en pirenas, brazos y manos y signos de estrangulamiento en el cuello. Su hermano también fue secuestrado, pero consiguió la liberación tras el asesinato.

Un portavoz de las Brigadas admitió la detención y acusó a Abu Dalfa de ser un confidente de los israelí. Negó las torturas y dijo que Dalfa se estranguló cuando intentaba liberarse de los grilletes.

El PCHR ha denunciado numeroso arrestos y detenciones del brazo armado de Hamás, acompañados habitualmente de torturas, y ha resaltado que los islamistas no tienen un status legal que ampare sus actuaciones.

Otro preso en condiciones similares

La Comisión Independiente Palestina por los Derechos Ciudadanos aseguró ayer también que un segundo palestino, Mohammed Dahmash, de 31 años, murió la semana pasada detenido por las Brigadas en condiciones similares.

La mayoría de los objetivos de Hamás son miembros de Fatah, la facción palestina moderada, sobre todo desde que Hamás conquistara Gaza el pasado 15 de junio y expulsara y persiguiera a los militantes y seguidores del partido del presidente Abbas.

Hamás alegó que Dahmash se había suicidado. La organización exigió inmediatamente que los islamistas permitieran la entrada a observadores en los centros de detención.