Pinochet ya no puede celebrar su golpe de Estado

Chile vuelve a sumirse otro 11 de septiembre más en el fatídico, para algunos glorioso, recuerdo del golpe de Estado que perpetró hace ya 34 años el general Augusto Pinochet contra el gobierno democrático del socialista Salvador Allende. Será el primero que no pueda celebrar el dictador, ya que falleció el pasado 12 de diciembre sin responder ante la Justicia por sus numerosos crímenes.

El Gobierno chileno, encabezado por Michelle Bachelet -hija de un general asesinado por la dictadura- sólo ha autorizado a "grupos representativos" de organismos de derechos humanos y partidos políticos a rendir homenajes al asesinado Salvador Allende en la puerta "Morandé 80" de La Moneda, (que era utilizada por el presidente en varias ocasiones durante su mandato).

Este año las autoridades prohibieron manifestaciones en ese lugar para evitar acontecimientos similares a los ocurridos el año pasado, cuando un grupo de encapuchados lanzó una bomba incendiaria y varios tiestos con pintura contra la sede de Gobierno. Por ello, las personas que quieran rendir un homenaje a Allende deberán registrarse "con nombre y apellido", indicó. Los líderes de los partidos que conforman el gobierno de la Concertación han pedido a los asistentes a los homenajes que lo hagan de forma pacífica y respetuosa.

A pesar de las restricciones, la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Mireya García, advirtió que hoy se rendirá un homenaje a Allende y sus familiares "sea como sea".

En declaraciones a 'Hoy por Hoy', la hija del presidente Allende, la escritora y política Isabel Allende, ha asegurado que "todavía tenemos muchísimo camino que recorrer en las enormes injusticias sociales y desigualdades que hemos heredado de la dictadura". Por su parte, Luis Sepúlveda, un antiguo escolta del jefe de Estado al que derrocó y asesinó Pinochet, ha asegurado que "en Chile está todo por hacer. La herencia de la dictadura es enorme. Y es que si algo dejan las dictaduras injustamente es un legado ideológico llamado miedo".

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