Repsol asume que la operación de Lukoil se complica | 25-11-2008

La fuerte tormenta política que se ha desatado y las dudas sobre la viabilidad y liquidez de la compañía rusa Lukoil han enfriado las expectativas. Los negociadores están muy preocupados por las divisiones y tensiones que notan en el Gobierno entre el presidente y el ministro de Industria.

La fuerte tormenta política que se ha desatado y las dudas sobre la viabilidad y liquidez de la compañía rusa han enfriado las expectativas. Los negociadores están muy preocupados por las divisiones y tensiones que notan en el gobierno entre el presidente y el ministro de Industria.

Fuentes cercanas a la negociacion insisten en que Zapatero sigue sin ver mal la operación. Desde Repsol advierten ademas de que ninguna otra empresa que no sea Lukoil va a estar dispuesta a poner 26 euros por acción para comprar la participación de Sacyr. La constructora necesita vender a buen precio sus acciones en Repsol para poder hacer frente a la deuda que tiene encima de la mesa y más ahora que se le complicado también la venta de su filial de autopistas, Itinere a Citigrup.

En todo caso, la venta a Lukoil parece que como mínimo se retrasa, que es lo que el gobierno quería. El ejecutivo necesita tiempo para estudiar posibles alternativas como la entrada de otras empresas como la francesa Total o la intervención publica comprando la deuda que Sacyr tiene con los bancos como estan pidiendo los sindicatos y algunos sectores del PSOE. Una intervención que en principio ha descartado hace unos minutos el presidente del gobierno.

El Gobierno quiere ganar tiempo

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El malestar aumenta entre las filas del gobierno y del PSOE a pesar de que Zapatero dejó la puerta abierta a Lukoil. Varios barones y dirigentes del partido han pedido que se busquen otras opciones.

El Gobierno quiere ganar tiempo para poder tener una alternativa a la oferta de Lukoil por Repsol. Fuentes cercanas al PSOE han señalado a la CADENA SER que Repsol es una empresa estratégica por sí misma y por su vínculo con Gas Natural, por lo que la operación es muy delicada.

Estas fuentes consideran que la opción de la empresa rusa tiene muchos riesgos porque es una compañía extracomunitaria y que además no podría ni un euro encima de la mesa para comprar las acciones.

El Ejecutivo asume que tiene poco margen de maniobra para frenar los planes de Lukoil pero no descarta un nuevo escenario con otras opciones. Para ello, necesita tiempo.

A lo largo del día de ayer se multiplicaron los contactos con los responsables de Repsol y del resto de empresas y entidades implicadas. Se trata de enfriar un poco el asunto y que la operación no se cierre esta semana.

El malestar y el rechazo a la entrada de Lukoil en Repsol ha aumentado con el paso de los días en el seno del Gobierno y del PSOE a pesar de que en principio Zapatero y De la Vega la respaldaron.

Según ha sabido la CADENA SER, varios barones del partido; alguno de ellos con mucho peso han hecho llegar a Zapatero su preocupación por esta operación. Otros dirigentes no ocultan en privado su disgusto porque la venta de Repsol a Lukoil es difícilmente justificable.

La oposición de Felipe González o de Cándido Méndez también pesa en el ánimo de los socialistas. La tormenta política impulsada también desde el PP preocupa seriamente a los responsables de Repsol.