Patxi López asegura que hablará con "todo el mundo", pero el lehendakari será socialista

Cuarto día de campaña electoral. El candidato socialista a lehendakari ha estado en Hoy por Hoy donde ha dejado una idea muy clara: "Hay que dejar atrás el tiempo de la división". Y ha asegurado que si la ciudadanía vota cambio, habrá cambio, y el lehendakari será socialista. Para serlo no descarta hablar "con todo el mundo", aunque ha matizado que no "hará un Gobierno contra nadie".

Para dejar atrás la división López tira de "acuerdo, entendimiento y pacto". Son las palabras que, según él, más ha repetido durante la campaña. En esa línea, ha asegurado que tenderá puentes y hablará con todo el mundo si no consigue la mayoría, pero descarta que el PNV vaya a hacer lo mismo y vaya a hablar con él para formar gobierno. Se ha mostrado convencido de que si "Ibarretxe gana las elecciones va a volver a repetir tripartito".

Ese entendimiento del que presume Patxi López le ha recordado a un antiguo rival político, Josu Jon Imaz. "Echo de menos el entendimiento de Josu Jon Imaz", ha dicho López cuando Carles Francino le ha recordado un encuentro en Bilbao con el ex presidente del PNV y su homóloga entonces en el Partido Popular, María San Gil. De ella ha dicho que no la echaba tanto de menos por su "radicalidad extrema".

De mucha palabra tendrá que armarse López para arañar los nueve escaños que El Partido Comuista de las Tierras Vascas va a dejar libres. Francino le ha recordado la insinuación del popular Eguiguren, para el que la negociación del Gobierno socialista para acabar con ETA supondría que ciertos sectores miraran la candidatura socialista con buenos ojos. López ha deshechado que vayan a conseguir el voto de sectores abertzales, pero sí cree en los votos de "la sociedad vasca".

Vascos de primera y de segunda

Para esa sociedad vasca, el candidato socialista pretende recuperar "la mejor seña de Euskadi: el pacto entre diferentes". Con "diferentes", López se refiere al mensaje que Ibarretxe pregona sobre los vascos de primera y los de segunda, que él rechaza. "Llevamos 10 años en los que se ha dividido a los vascos", ha lamentado.

Acabar con eso es su segunda prioridad. La primera, la crisis. Por eso López plantea una "convocatoria". La palabra ha soprendido y ha catapultado muchas mentes al "referéndum" de Ibarretxe, pero López se ha apresurado a, después de permitirse una sonrisa, explicar las diferencias. Una convocatoria a sindicatos y empresarios para ser más fuertes y eficaces en las medidas ante la crisis. Dice que el "diálogo social está inédito" en el País Vasco.

Sobre la mesa en la que el socialista se sentaría con los agentes sociales colocaría un plan para la industria vasca y otro de perfil social para evitar que los más débiles paguen los efectos de la crisis.