Volkswagen decide si adjudica el Q3 a la planta de SEAT en Martorell
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, comparece este martes en el Congreso para abordar la crisis del sector del automóvil
Seat se comprometió a hacer llegar al consejo de dirección de Volkswagen, que se reunirá este martes en Martorell (Barcelona), la propuesta en solitario de UGT de Cataluña sobre las condiciones que estarían dispuestos a asumir para que la planta catalana fabrique el nuevo modelo de Audi, el Q3.
La propuesta de UGT de Cataluña, se basa en aceptar una congelación salarial para 2009, un aumento salarial del 50% del IPC previsto para 2010 y prejubilaciones a partir de los 60 años, no contó finalmente con el apoyo del resto de fuerzas sindicales en el comité, que rechazaron estos recortes tachando la actitud de Seat de "chantaje" a la plantilla.
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Si en la reunión del consejo de la multinacional estuviera conforme con estas condiciones planteadas por el sindicato, la plantilla de Seat en Martorell estará llamada a un referéndum el viernes para dar el visto bueno a las mismas.
El delegado de CC.OO. de Cataluña en el comité, David Matellán, consideró que la propuesta de UGT "no recoge el punto central", que es el compromiso de que la plantilla recupere el poder adquisitivo de sus salarios a partir de 2011. "Se trata de una congelación, aunque más suave, y no estamos de acuerdo", añadió.
Alemania y Bruselas, también candidatas
Para Matellán, la congelación salarial y otros sacrificios planteados por la dirección no son condición necesaria para la adjudicación del Q3. "La única duda para Martorell es que Volkswagen decida que el nuevo modelo se quede en las plantas de Audi en Alemania o Bruselas", señaló, y añadió que si no es así, "el coche vendrá aquí".
Recordó que estas plantas europeas tienen unos costes laborales más elevados que los de la factoría de Seat y que la multinacional ya ha logrado que la inversión -unos 300 millones- "les salga gratis", gracias al dinero público "que tienen asegurado".
A favor de Martorell juega no sólo la voluntad de la Administración de colaborar con un proyecto, sino una factoría moderna y preparada tecnológicamente para fabricar un modelo de mayor valor añadido, con una plantilla formada y competitiva, como ha subrayado el presidente de la compañía, Erich Schmitt.
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