El PSOE achaca a la crisis económica y a la abstención el resultado electoral

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha achacado a la abstención y a la crisis económica el varapalo sufrido ayer por su partido en las elecciones al Parlamento Europeo. "Los ciudadanos no atribuyen suficiente trascendencia a las elecciones europeas", ha asegurado Pajín para justificar la distancia de dos escaños que lo separa del PP. Sin embargo, Pajín ha hecho un llamamiento al esfuerzo y a tomar nota. No le han dolido prendas en reconocer que "el PP ha ganado las elecciones", pero ha subrayado que en "las cirscunstancias más difícles tenemos un altísimo apoyo de los ciudadanos".

"El impacto de la crisis y la abstención han sido los rasgos adversos" ha señalado Pajín para justificar un resultado que luego ha defendido comprando con el resto de partidos socialistas de Europa. "El PSOE ha obtenido el mejor porcentaje de votos de partidos socialistas y socialdemócratas, excepto Malta", ha puntualizado la secretaria de Organización. Según Pajín, lo importante, lo que se destila de las votaciones es que el apoyo a la izquierda "servirá para defender con más fuerza el modelo de salida de la crisis, basado en la defensa de las políticas sociales y de un nuevo modelo productivo de crecimiento sostenible".

"No hemos ganado y no podemos darnos por satisfechos" ha admitido Pajín después de reunirse con la Ejecutiva del partido. "Siempre escuchamos a los ciudadanos y tomamos buena nota de lo que opinan", ha ofrecido como contrapunto al resultado. Sin embargo, ha aprovechado también para puntualizar la victoria del PP, que a ojos de los socialistas, no es tanta si se compara su progresión en cinco años: "Ha sido de un punto", ha sentenciado la secretaria de Organización del PSOE.

Manos a la obra

Zapatero se fue en la noche del domingo muy serio de Ferraz y este lunes en la Ejecutiva le ha pedido a su partido que se ponga manos a la obra con los retos que tienen por delante: cerrar de una vez el culebrón de la financiación autonómica, acelerar las medidas para la salida de la crisis y buscar apoyos para aprobar los próximos presupuestos.

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A nadie le gusta perder elecciones y Zapatero es consciente de que las Europeas son un aviso aunque también cree que, tal como está el panorama económico, perder por menos de 4 puntos no es una catástrofe.

En la dirección del PSOE hay dos posiciones: los que creen que no ha pasado nada, que no hay cambio de ciclo y que las elecciones generales las volverían a ganar -sobre todo porque sigue Rajoy-, y los que leen los resultados con más preocupación, en especial por los muy malos datos de Madrid, Valencia o Cataluña. Todos coinciden en que no han hecho una buena campaña y en que no han sabido movilizar a su electorado. Hay también inquietud por el ascenso de Rosa Díez.

El presidente del Gobierno quiere recuperar la iniciativa y tiene varias decisiones importantes sobre la mesa este lunes: cerrar o no la central nuclear de Garoña, modificar o no la nueva y polémica ley del aborto y aprobar por fin la financiación autonómica. Se abre además un periodo de dos años sin elecciones generales, lo que podría animar al presidente a encabezar un gran pacto contra la crisis.

Respiro al liderazgo de Rajoy

En el PP todos son sonrisas y nadie va a cuestionar en público el liderazgo del PP, aunque el ruido de fondo va a continuar. Los enemigos internos del PP siguen pensando que no le ganará a Zapatero en unas generales y recuerdan que Aznar le sacó 10 puntos a González en las Europeas previas al triunfo del PP en 1996. Rajoy ha pedido prudencia a los suyos. No habrá moción de censura aunque seguirá buscando acercamientos a CiU y PNV.

Rajoy sigue pedaleando y eso ya es todo un mérito después de todo lo que ha llovido. De momento, Rato podrá seguir dedicado a sus negocios y Gallardón tendrá que esperar y conformarse de momento con la aventura olímpica.