Atentado de ETA: "El hombre chillaba pidiendo ayuda pero no pudimos hacer nada"
Algunos testigos del atentado, que se ha cobrado la vida del policía Eduardo Puelles, han relatado como se han visto impotentes al no poder hacer nada por salvarle
Testigos del atentado han explicado que la explosión provocó que el vehículo quedara "completamente en llamas", por lo que no se pudo "hacer absolutamente nada" para intentar salvar su vida.
Un vecino de la localidad vizcaína, cuya furgoneta se vio afectada por la explosión y que se encontraba en las inmediaciones con su mujer, ha señalado que, tras la explosión, era "todo fuego" y que escucharon "cómo el hombre chillaba" pidiendo ayuda, aunque no pudieron "hacer nada".
Otro de los testigos ha señalado que el coche "estaba arrancado" y, cuando iba a "salir", estalló "de repente". "Lo único que hemos sentido es chillidos y chillidos, el coche estaba completamente en llamas, no se podía hacer absolutamente nada", se ha lamentado.
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La bomba lapa estaba colocada junto al depósito de gasolina
Una bomba lapa, de entre quilo y medio y dos kilos de explosivo aún por determinar, ha sido el medio empleado esta vez por la banda terrorista ETA para acabar con un inspector de la Policía Nacional encargado de la lucha contra ETA. El fallecido es Eduardo Puelles García y tenía 49 años. Ingresó en 1982 en el Cuerpo Nacional de Policía. Ascendió a inspector jefe en el 2002.
La bomba fue colocada junto al depósito de gasolina y de ahí la virulencia del incendio que ha terminado afectando a otros cinco vehículos que se encontraban aparcados en las inmediaciones.