Alonso niega división entre los socialistas por la gestión de la crisis de Zapatero

El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, rechaza que haya división o malestar entre los socialistas por la forma de gestionar la crisis del Ejecutivo. Alonso ha asegurado que el consenso en torno a las medidas del Gobierno es prácticamente unánime. Sus declaraciones se producen después de que el diario El País haya publicado hoy un artículo editorial sobre el malestar de ciertos sectores del PSOE por los "titubeos y las contradicciones en asuntos particularmente sensibles para la izquierda".

"En el grupo socialista hay un consenso prácticamente unánime en que la política del Gobierno y la respuesta [a la crisis] es acertada", ha declarado José Antonio Alonso en los pasillos del Congreso. El "prácticamente" pronunciado por el portavoz socialista en la Cámara ante los periodistas alimenta un debate cada vez más presente en los grupos de la oposición, pero también en las propias filas del PSOE. ¿Es adecuada la gestión de Zapatero ante una de las mayores crisis económicas de la historia?

Alonso ha subrayado cuál es la premisa que marca el trabajo del Gobierno ante la crisis, "la protección de los derechos sociales". Sin embargo, tal compromiso podría no convencer a todos los socialistas, que, según apunta el editorial del diario El País, se mostrarían descontentos por la improvisación que muestra el presidente ante alguna toma de decisiones. Alonso lo ha rechazado y ha insistido en que la estrategia del Ejecutivo "tiene las claves ideológicas en las que siempre nos hemos sentido cómodos los socialistas".

Lo que no gusta

Como ha declarado Alonso, muchos de sus compañeros pueden sentirse satisfechos por que el Gobierno mantenga como prioridad la defensa de las políticas sociales. Sin embargo, ello contrasta con un creciente cuestionamiento de la política elbaroada por el gabinete de Zapatero para salir de la crisis. Improvisación, deriva, contradicción, incoherencia son palabras uqe ya no sólo maneja la oposición, sino el propio partido.

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De ello se hacen eco sendos artículos de opinión en El País y en el El periódico de Catalunya. En el editorial del periódico del grupo PRISA se achaca el malestar en las filas socialistas al desmantelamiento de los espacios de debate interno. Ello habría provocado que las voces discordantes se viesen obligadas bien a guardar silencio, bien a abandonar. Tal es el caso del último en dejar su escaño, el ex ministro de economía, Pedro Solbes. El editorial asegura además que el presidente "puentea y desautoriza" a sus ministros, un desgaste que pasa después factura.

Los mismos argumentos esgrime Jorge M. Reverte en su artículo de El Periódico para justificar los recelos hacia Zapatero. "No consulta a nadie, lleva una dirección personalista de la política y sus decisiones no tienen pinta de haber sido muy meditadas", asegura el artículo. El diario plantea dos explicaciones posibles ante ese creciente descontento, apuntadas también en El País. Por un lado, afirma que el presidente adolece de más talentos que el de "dar una imagen atractiva". "Tiende a considerar [...] que sus ideas repentinas, lo que Rajoy ha llamado con insólito acierto ocurrencias, tienen siempre peso", señala el artículo de Reverte.

Por otro lado, el diario apunta a la "incontenible tendencia de los partidos políticos a convertirse en estructuras cerradas", en referencia a la dificultad cada vez mayor de sus miembros a manifestar su discrepancia con según qué temas. En conclusión, ambos periódicos proponen al presidente del Gobierno un cambio de actitud para rectificar una conducta que el diario del Grupo Zeta califica de "síntoma" y no todavía de "enfermedad".