España, responsable de la cuarta parte del aumento del CO2 del transporte de la UE
El sector de transportes es el único que ha aumentado sus emisiones de CO2 y lo ha hecho en 200 millones de toneladas. 50 millones de éstas corresponden a España
España es responsable de la cuarta parte del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte en toda la Unión Europea durante los últimos 17 años, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, con sede en Copenhague (Dinamarca).
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Así, el analista de cambio climático de la agencia, Ricardo Fernández, ha señalado que el sector del transporte es el único que ha incrementado sus emisiones de CO2 entre 1990 y 2007 y lo ha hecho en 200 millones de toneladas, de los que 50 millones corresponden a España. Tanto en Europa como en España, el consumo de petróleo para el transporte crece, pero lo hace más rápido en el segundo caso. Y, mientras que las emisiones de la gasolina han caído en ambos territorios, las del gasoil han aumentado exponencialmente.
Por otro lado, Fernández ha explicado que en esta contabilidad no se tienen en cuenta todavía las emisiones del transporte marítimo y aéreo internacional, que en España representarían un 9 por ciento y en Europa un 6 por ciento y que posiblemente sí entrarán a formar parte del tratado internacional que sustituya a Kioto.
En términos generales, recordó que el conjunto de las emisiones ha caído en Europa en este periodo un 9 por ciento, especialmente durante los tres últimos años debido a que el precio del combustible para el hogar crece más rápido que la renta y a que la temperatura media de Europa se ha incrementado, lo que implica un menor uso de la calefacción, ya que lo ha hecho aún más rápidamente en invierno. Las primeras estimaciones sobre los datos de 2008 apuntan a que la reducción de emisiones se situará en torno al 1,5 por ciento.
Sin embargo, en España en este mismo periodo las emisiones han crecido más del 50 por ciento. El rápido aumento de la población, del PIB y la energía primaria y la predilección por el carbón, explican esta tendencia, así como la menor eficacia de las plantas de generación eléctrica en relación con Europa.
A pesar de ello, la Agencia, que el año pasado consideraba que el país no podría cumplir con los objetivos del protocolo de Kioto (emitir un 15 por ciento más de gases de lo que emitía en 1990), ya considera que los va a poder cumplir gracias, sobre todo, a los sumideros, a la compra de derechos de emisión y a la utilización de Mecanismos de Desarrollo Limpio y de implementación conjunta (inversión en tecnologías limpias en países en desarrollo y de la Europa del Este).
Cumplir o no cumplir en 2014
En todo caso, no será hasta 2014 cuando se sepa qué países han cumplido con este Protocolo debido a la complejidad de los sistemas de contabilidad. En este año, además, ya debería estar en vigor un nuevo acuerdo que sustituya a Kioto y que, en principio, iba a implementarse en la Cumbre del Clima de Copenhague (COP15), que tendrá lugar en diciembre.
La UE ya se ha comprometido unilateralmente ha rebajar sus emisiones verificadas (las sometidas al régimen de derechos de emisión) un 20 por ciento respecto a 2005 en 2020 y un 10 por ciento las de los sectores difusos (agricultura, residencial y transportes); a mejorar un 20 por ciento su eficiencia energética para el mismo periodo; y a alcanzar un porcentaje del 20 por ciento de renovables en el consumo final de energía.
Fuentes de la Comisión Europea mantenían esta semana la esperanza de alcanzar una ''COP decisión'' en diciembre, un acuerdo global de las partes, que al menos permita alcanzar un tratado vinculante en un año, después del anuncio de China y Estados Unidos de que no se comprometerán a reducciones concretas de emisiones en esta cumbre.