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ENTRADA EN VIGOR DEL TRATADO DE LISBOA

Van Rompuy y Barroso llaman a la cooperación entre instituciones en la "nueva fase"

Zapatero garantiza que España será "leal" con los órganos de la UE durante su semestre de presidencia

El nuevo presidente permanente de la Unión Europea, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, han aprovechado el acto de celebración de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa para hacer un llamamiento a la cooperación entre las distintas instituciones europeas y para que haya "respeto" entre estas porque todas defienden la "misma causa".

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En su primer acto oficial desde que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE le designaran como presidente del Consejo Europeo el pasado 19 de noviembre, Van Rompuy ha defendido que "nos tenemos que respetar unos a otros" y que las instituciones europeas funcionen "lo mejor posible". "No somos rivales, estamos en la misma causa", aseveró.

En este sentido, prometió que trabajará tanto con Barroso, como con el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, quien también estuvo presente en el acto. Asimismo, defendió que aunque "los veintisiete Estados miembros son todos diferentes y nuestra literatura, nuestro arte, nuestra lengua son diferentes y en cada país hay diversidad", "la diversidad es la fuente de nuestro desarrollo y nuestra fuerza".

"La UE es y deberá ser un ejemplo de tolerancia y respeto", aseveró, subrayando que la Unión es "el mayor área del mundo de democracia, paz y justicia social". Por otra parte, destacó la "nueva fase" que abre el Tratado de Lisboa, que calificó de "herramienta poderosa" que permitirá "tomar decisiones de forma más rápida y democrática".

En la misma línea se pronunció el presidente de la Comisión Europea, quien incidió en que en el nuevo periodo que comienza exige "un sentido de responsabilidad en el respeto de las competencias de cada una de las instituciones" así como la "colaboración para la realización del bien común europeo". Igualmente, reclamó una "verdadera complementariedad entre Estados miembros e instituciones europeas".

Éxito a Zapatero

Por otra parte, resaltó que corresponderá a España, durante su presidencia rotatoria del Consejo en el primer semestre de 2010, la puesta en práctica del nuevo Tratado "en cooperación con las instituciones europeas".

En este sentido, deseó "éxito" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y le transmitió el "apoyo" de la Comisión Europea. Asimismo, se dijo "seguro de que España hará todo lo posible para que el espíritu verdaderamente europeísta presida la aplicación del tratado".

Por su parte, Zapatero, cuyo país asumirá la presidencia del Consejo en el primer semestre de 2010, garantizó que España será un país "leal" con el Tratado de Lisboa, la Comisión, el Consejo y sus instituciones, porque España es también un país leal a los valores, principios y objetivos europeos.

El jefe del Ejecutivo español, que se refirió a la UE como el "proyecto histórico más ambicioso desde el nacimiento del estado y la democracia", se mostró convencido de que con el nuevo Tratado la Unión será "aun más fuerte, más sólida" y estará más volcada "en un orden internacional de paz y entendimiento".