El futuro del planeta, en Copenhague
España espera una "decisión vinculante".- A ella se suma Francia, dispuesta a conseguir un acuerdo al que ha anunciado que contribuirá notablemente
O actuamos ya o el futuro del planeta será más negro que verde. Es el mensaje de los ecologistas, aunque también de los expertos del Naciones Unidas que asisten hasta el próximo viernes 18 en Copenhague a la Cumbre sobre el Cambio Climático para analizar las consecuencias del calentamiento global y acordar un plan serio de actuación. China y EEUU se mueven y muestran intenciones de cambio, pero el mundo les reprocha un tímido paso a la acción. Las dos superpotencias tienen dos semanas para convencer a los países más contaminantes para que adopten acuerdos vinculantes.
Más información
- India tampoco se compromete a reducir emisiones ante la cumbre del clima de Copenhague
- Alerta por nieve en ocho Comunidades Autónomas
- 20.000 personas marchan en Londres por un acuerdo contra el cambio climático
- Espinosa en 'Hoy por Hoy': "No es cuestión de porcentajes sino de transmitir un mensaje"
- Llega un temporal de frío siberiano llega con nieve en cotas bajas
- Habitación con vista a los trenes y las estaciones
- EEUU podrá regular el índice de emisiones de gases de efecto invernadero
- La década más cálida de la historia
- Propondrán un "Fondo verde" en la cumbre de la ONU en Copenhague
- La UE debe concretar la cifra para ayudar a países pobres contra cambio clima
Arranca la mayor cumbre sobre el clima celebrada nunca en el planeta. Sin embargo, nada más comenzar, el presidente del panel de científicos de la ONU contra el Cambio Climático ha espetado que si los países indstrializados como Estados Unidos no recortan drásticamente sus emisiones de CO2 "el número de huracanes aumentará, habrá menos lluvia, sobre todo en el área mediterránea y un 30% de las especies animales podría desaparecer".
Desde la ONU han insistido también que el tiempo para las negociaciones ha terminado. Pero a estas alturas todo parece estar en manos de Estados Unidos. La Administración de Obama ha anunciado que estará el último día de la Cumbre, el 18 de diciembre. Hasta entonces, Europa espera que cumpla su compromiso de reducir sus emisiones de CO2 porque, según han criticado, las actuales son totalmente insuficientes.
Pese a los malos augurios en el arranque de la cumbre de Copenhague, el Gobierno español se ha mostrado optimista. "Es perfectamente posible un acuerdo vinculante en Copenhague", ha dicho Teresa Ribera, secretaria española de Cambio Climático.
Quedan todavía 11 días de negociación con otro tema fundamentel encima de la mesa: recoger los 100.000 millones de dólares al año que, según la ONU, necesitan los países pobres para adaptarse al cambio climático.
Francia apremia a EEUU y China
Francia apuesta en firme por un gran acuerdo global en materia de cambio climático. El primer ministro francés se ha mostrado optimista sobre conseguir un acuerdo relevante al término de la Cumbre que se celebra en Copenhague y ha confirmado que Francia contribuirá notablemente al esfuerzo financiero que ha exigido la UE.
Los franceses se encuentran entre los ciudadanos del planeta mejor informados sobre este problema. También son de los más concienciados, según un sondeo que hoy publica el diario galo Le Monde. Un 88% de los franceses está dispuesto a cambiar su modo de vida y consumir menos a favor del Medio Ambiente. Esta conicenciación ideológica también pesa en todas las decisiones de la República vecina, incluidas las electorales.
No es de extrañar, por tanto, que el Gobierno galo haya multiplicado los desplazamientos en vías de desarrollo para conseguir un frente unido con Europa y forzar en Copenhague un compromiso con Estados Unidos y China.
En esa misma línea, Francia también ha anunciado que va a contribuir con 4.000 millones de euros en los próximos años en la lucha contra el calentamiento del planeta. Una parte, aún sin especificar, irá destinada a los países menos desarrollados. De ahí que se hable de inversión y no de gasto.
La agenda de compromisos
Los primeros países deberían adoptar compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25 y un 40% en 2020 con respecto a los niveles de 1990, según las previsiones de los científicos de la ONU (IPCC).
Los segundos podrían continuar incrementando sus emisiones, pero entre un 15 y 30% menos de lo que lo harían si no tomaran ninguna medida, en el mismo horizonte temporal. Todo ello para evitar que la temperatura media del planeta no aumente en más de dos grados centígrados a finales del siglo XXI, una cifra que, en todo caso, no aparece plasmada en ningún acuerdo de la COP.
La UE fue la primera que hace un año adoptó unilateralmente un descenso de sus emisiones en un 20% en 2020 con respecto a los niveles de 1990 y en los últimos días otros países han anunciado compromisos. Entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofrece una reducción del 17%, ahora bien, respecto a 2005, lo que en realidad significa un recorte del 5,5% respecto a 1990. A ellos, se han unido otros países ricos como Japón, Australia y Rusia.
De hecho, los compromisos anunciados por el conjunto de países desarrollados, sin EEUU, entrarían en la horquilla recomendada por los científicos, aunque la suma de los estadounidenses sitúa las reducciones globales de los ricos por debajo del 20%, lo que no cubriría las expectativas científicas.