Sociedad

Seis presos de ETA anuncian que se desvinculan de la banda "por voluntad propia"

El abandono de los etarras, algunos con delitos de sangre a sus espaldas, coincide con la huelga de hambre anunciada por los presos

Seis presos etarras que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca, entre ellos el histórico Josu García Corporales, condenado a 83 años de cárcel, han anunciado que se desvinculan de la banda terrorista ETA "por voluntad propia", según informa 'El País' en su edición del viernes.

Los etarras que abandonan la banda son Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales, Luis María Lizarralde Izagirre, Andoni Altza Hernández, José Manuel Fernández de Nanclares y José Antonio Hernández Velasco.

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Todos ellos están internados por distintas causas en el penal de Nanclares de Oca, donde también cumplen condena otros tres reclusos críticos con ETA, Iñaki Rekarte, Andoni Muñoz y Jorge Urruñuela, que además fueron expulsados recientemente del colectivo de presos etarras (EPPK), junto a Valentín Lasarte y Esteban Murillo, por "situarse fuera de la disciplina" de este colectivo.

En su carta, los presos etarras aclaran que en ningún caso han sido "expulsados" sino que dejan la banda "por voluntad propia" y recuerdan que su situación es similar a la de otros nueve miembros de ETA que abandonaron la organización en los últimos meses.

De esta forma, defienden que estos nueve etarras "tomaron la decisión de desvincularse del colectivo de presos políticos vascos" y fue posteriormente cuando ETA anunció públicamente la expulsión de todos ellos, después de haber recibido sucesivas críticas por el mantenimiento de "la lucha armada".

Esta carta supone el primer distanciamiento público de la dirección de ETA procedente del seno del colectivo de presos, tradicionalmente uno de los sectores más cohesionados del MNLV, y llega meses después de que el Ministerio del Interior iniciase una política de premios y castigos entre los presos de banda por medio de acercamientos y alejamientos.

Para encontrar un antecedente similar es preciso remontarse al año 2004 cuando el histórico etarra Francisco Mújica Garmendia, alias 'Pakito' y otros seis compañeros solicitaron a la banda el fin de la "lucha armada".

Además este último gesto conocido hoy se produce en pleno "periodo de lucha" en las cárceles convocado por ETA y anunciado por el Colectivo de Presos. Desde inicios de mes se llevan a cabo protestas ante lo que consideran un aumento de la represión en las prisiones. Esta semana las protestas consisten en una huelga de hambre general, pero antes ya había realizado 'txapeos' -encierros- en sus celdas y encarteladas de protesta.

Uno de los seis firmantes es Jesús García Corporales, alias 'Gitanillo', 'Legionario' y 'Josu', quien formó parte a principios de la década de los 90 del 'comando Madrid', junto con María Soledad Iparraguirre y José Javier Arizcuren Ruiz. Cometió su primer atentado el 24 de mayo de 1992 junto al estadio Vicente Calderón, hiriendo a los miembros de una patrulla policial.

Se le responsabiliza del atentado contra Irene Villa, perpetrado el 17 de octubre de 1991 en el madrileño barrio de La Latina y que causó la amputación de las dos piernas de la joven. También se le atribuye la colocación, el 30 de noviembre de 1992, del coche-bomba que causó la muerte del subteniente jubilado de la Guardia Civil Miguel Miranda.

 
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