Los efectos especiales en la Gala de los Goya
La ceremonia de los 24ª entrega de los premios Goya ha contado con algunos momentos muy bien logrados para quienes siguen el evento por TV
Los Goya y los Oscar empiezan a parecerse bastante, tanto por el glamour de su alfombra roja ypor el ritmo de la ceremonia, que este año está muy bien lograda.
Así como el humor de Billy Cristal ha marcado por años la ceremonia de los Oscar, Andreu Buenafuente se gana un lugar de privilegio al imponerle ritmo, humor y una gran complicidad a una de las mejores ceremonias de los últimos años.
A la hora de los efectos especiales, tres momentos han sido realmente destacables. El primero fue cuando durante el monólogo de bienvenida realizado por Buenafuente, desde el escenario se vio una tromba de agua que inundó toda la sala. La curiosidad ha sido que Andreu Buenafuente quedó completamente mojado. De inmediato agradeció los efectos especiales.
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El toque de ironía que caracteriza los monólogos de Buenafuente, también fue para los famosos apellidos Bardem y Cruz, ya que esta vez no han sido Carlos y Mónica, sino los mismísimos ganadores del Oscar, Javier y Penélope. El presentador de la gala saludó "a Carlos Bardem y Mónica Cruz... Ah, no, ¡que son los de verdad!", dijo y provocó las risas generales.
Entre los muchos momentos de humor que Buenafuente puso a la gala, el tema de las descargas en Internet y el proyecto de penalizar a quienes violen los derechos de propiedad intelectual estuvo presente. El maestro de ceremonia vio a la ministra de Cultura, González Sinde y le dijo: "disculpe que no baje a saludarla, yo es que no me atrevo a bajarme nada delante suyo".
El otro instante de lujo fue cuando el animador aseguró que en una encuesta realizada en Internet para elegir al presentador de la gala, el ganador fue el popular personaje infantil Pocoyó.
En la pantalla gigante que presidía el escenario, apareció el personaje creado por la empresa española Zinkia. Segundos después, se pudo ver a Pocoyó en el escenario dialogando con Buenafuente.
El personaje de animación fue el encargado de presentar el Goya a Mejor Película de Animación, que recayó en Planet 51.
El final resultó sencillo, pero muy efectivo. Buenafuente aseguraba, al momento de la despedida, que no había motivos para que el año que viene no volviera a ser el maestro de ceremonia de la gala, cuando sonó un disparo que impactó en su cuerpo. El presentador cayó al piso, aseguró que el de actores, evidentemente, "era un gremio complicado" y le juró amor a Penélope Cruz cantando como Serrat. Las risas y los aplausos de la sala motivaron la queja de Buenafuente: "no es momento de aplaudir, cabrones!".
Y el telón de una de las mejores ceremonias de los Goya cerró con el sabor de un buen trabajo, de una fiesta hecha en España que nada tuvo que envidiar a los Oscar.