Esperanza Aguirre estaba avisada de las irregularidades en Boadilla del Monte

Desde hace cuatro años Esperanza Aguirre estaba avisada de lo que se cocía en Boadilla del Monte. En 2006, un concejal independiente de Boadilla le envió una carta en la que le advertía del contrato que el Ayuntamiento popular de este municipio adjudicó a la empresa UFC, compañía de uno de los principales empresarios imputados, José Luis Ulibarri. Según se recoge en la misiva, "el pleno del Ayuntamiento de Boadilla adjudicó en 2005 una parcela municipal a UFC S.A por 35 millones de euros, mientras otras empresas ofertaron más de 39 millones".

Pero lo más llamativo está reflejado en el informe del Ministerio de Trabajo en el que se comprueba que "la empresa de Ulibarri no figura inscrita en el sistema de la Seguridad Social", por tanto "se ha vulnerado la Ley de Contratos y por eso debería haber sido anulada aquella adjudicación".

Según Ángel Galindo autor de aquella carta, y Concejal de Alternativa por Boadilla, Esperanza Aguirre estaba al tanto de todo pero no hizo nada. "Prueba de ello es que Ulibarri ya recibió la adjudicación del Hospital de Vallecas, ya le conocía, por eso cuando [Esperanza Aguirre] recibió mi carta tuvo que preguntarse -¿Cómo voy a hacer caso ahora de un concejal independiente sobre este tema?-."