El juez Baltasar Garzón, suspendido

Madrid

Baltasar Garzón ya ha sido, oficialmente, apartado de sus funciones al frente del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. El Poder Judicial le ha notificado la resolución del pleno extraordinario que ha acordado por unanimidad su suspensión cautelar, después de que el Supremo haya decidido sentarle en el banquillo por haber investigado los crímenes del franquismo.

El documento subraya que, a pesar de que el Consejo del Poder Judicial respeta el derecho a la presunción de inocencia, con un auto de apertura de juicio oral sobre la mesa no cabe otra solución. La situación se modificará una vez que recaiga una sentencia definitiva sobre este asunto o la causa sea archivada.

Su salida a La Haya, más difícil

Los intentos de un pequeño sector del Poder Judicial para desactivar la suspensión, concediendo antes el traslado que había solicitado Garzón a la Corte Penal Internacional fueron en vano.

La Comisión Permanente no ha llegado a ningún acuerdo en su reunión extraordinaria y ha convertido en remota esa posibilidad. Remota porque ha solicitado hasta cinco informes para poder dar luz verde a ese permiso.

La Comisión se ha dirigido al Tribunal Penal Internacional para pedirle si quiere seguir contando con el juez, toda vez que ha sido suspendido. En caso afirmativo, solicita que le indique si el cargo que va a ocupar lleva aparejada algún tipo de inmunidad.

La sala de lo penal del Tribunal Supremo también deberá informar al Consejo si este traslado puede afectar a alguna de las tres causas que tiene allí pendientes Garzón. El tercer informe se le solicita a la Secretaria General Técnica del Poder Judicial para que aclare si se puede conceder un permiso a un juez que está suspendido.

Sobre esta misma aclaración se tendrán que pronunciar los dos últimos informes que el Órgano de Gobierno de los Jueces solicita al Fiscal General del Estado y al Ministerio de Asuntos Exteriores.