"El que escandalice a esos pequeños, una piedra al cuello y que se arroje al mar"
El Vaticano insiste en que será tajante con aquellos que hayan abusado de menores, una medida "necesaria" según ha afirmado monseñor Scicluna, recordando un pasaje del Evangelio
En su condición de promotor de Justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Scicluna, de nacionalidad maltesa, tiene la misión de investigar a los sacerdotes que supuestamente han cometido actos de pederastia para incoar eventualmente el posterior proceso.
Durante una misa celebrada en la Basílica de San Pedro, Scicluna recordó también el comentario que hizo San Gregorio: "El que después de ser llevado a una profesión de santidad destruye a otros a través de la palabra, o con el ejemplo, sería mejor para él que sus malas acciones fuesen causa de muerte".
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Según Scicluna, "la Iglesia ha tenido siempre cuidado de los niños y los débiles" y considera al niño "icono del discípulo que quiere ser grande: acogerlo en el Reino de Dios como un niño significa acogerlo con el corazón puro, con docilidad, abandono, confianza, entusiasmo, esperanza".
Sin embargo reconoció que "este icono tan santo es pisoteado, roto, enfangado, abusado, destruido".
Por ello -agregó- "sale del corazón de Jesús un grito de profundo eco: ''Dejad que los niños se acerquen a Mí. No lo impidáis, no dejéis que tropiecen en su camino hacia Mí, no obstaculicéis su progreso espiritual, no los dejéis seducir por el mal, no hagáis de los niños el objeto de vuestra impura codicia''".
Monseñor Scicluna agregó que "la amistad cristiana se somete a la Ley de Dios". "Si mi amigo, mi compañero, la persona querida es para mí ocasión de pecado, se convierte en un tropiezo en mi peregrinaje y no tengo otra elección que cortar esta unión", dijo.