Wikilieaks nació en 2006 con vocación de destapar información comprometida relacionada con empresas, gobiernos y entidades religiosas. Ha revelado secretos de banqueros británicos, políticos keniatas, o escándalos relacionados con la Iglesia de la Cienciología. Eso sí, siempre manteniendo el anonimato de sus fuentes. En el último año, Wikileaks ha destapado informes sobre el Departamento de Defensa de Estados Unidos y ha publicado conversaciones del día de los atentados del 11-S, entre Pentágono, el FBI y la policía de Nueva York. La polémica a nivel mundial surgió en julio, cuando sacó a luz más de 90.000 documentos sobre las acciones del ejército estadounidense en Afganistán, dando detalles de operaciones secretas y revelando una supuesta sospecha de colaboración entre los talibanes y la Inteligencia de Pakistán. La Casa Blanca condenó la filtración y organizaciones como Reporteros Sin Fronteras cuestionaron la profesionalidad, ética y periodística, de la publicación. Aún así, la revelación más impactante fue también en ese mes de julio con la grabación de un vídeo llamado «Asesinato colateral» en la cabina de un helicóptero Apache de Estados Unidos. En las imágenes se ve a los soldados disparando contra una decena de personas en un barrio de Bagdad mientras se mofan de ellos. Entre las víctimas, todas civiles, estaba el fotógrafo de la agencia Reuters y su chófer. El Pentágono tuvo que abrir una investigación sobre el ataque.