Álex de la Iglesia: "Internet es la salvación de nuestro cine"

A ratos conciliador, a ratos valiente y expresando sus ideas sin tapujos. En un discurso circular, que ha empezado y acabado con un reconocimiento a los fundadores de la Academia en este vigésimo quinto aniversario y sendos planos de la reacción de Ángeles González Sinde, Álex de la Iglesia ha señalado que esta crisis abierta por él "debe significar un cambio en el modelo de producción porque los espectadores merecen el máximo respeto y agradecimiento". Aquí puedes escuchar el discurso íntegro del realizador bilbaíno.

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Posiblemente fuera el momento más esperado de toda la noche, por encima de los galardones o el número de premios. El discurso del hoy saliente presidente de la Academia llegaba envuelto en la polémia por su enfrentamiento con la ministra por la 'Ley Sinde' y las críticas de muchos de sus compañeros de profesión. Ese 'morboso' papel que desplegaba De la Iglesia y del que solo existía una copia solo lo conocían algunos personas cercanas y los tres vicepresidentes de la Academia: Iciar Bollain, Emilio Pina y Teresa Enrich.

"Puede parecer que llegamos separados en temas o puntos de vista fundamentales, es la lucha de cada uno por sus convicciones, pero todos estamos en lo mismo: la defensa del cine. Quiero agradeceros por caminar juntos en la diferencia y en la divergencia", eran las primeras palabras del realizador bilbaíno con un tono conciliador y a la vez solemne.

Sin embargo, su hipotética posición intermediaria quedaba a un lado para dar una lección -según el carácter de su alocución- a sus compañeros y quizás convertirse en héroe de esos mal llamados internautas, porque como expresaba "detrás de ellos hay personas y espectadores". De la Iglesia remarcaba que "habían hecho mucho ruido pero que había muchas nueces y no se trataba una discusión gratuita".

Y a continuación pasaba a explicarle al mundo del cine reunido en el Teatro Real su postura y la justificación de su dimisión. "No hay marcha atrás, nada de lo que valía antes vale ahora, las reglas han cambiado. Internet ha revolucionado el mercado del cine y el que se vieran o no nuestras películas ya no depende solo de las salas. Internet no es el futuro, es el presente", aseguraba. Y añadía "la gente no va al cine porque está en una pantalla del ordenador. Internet es la salvación del cine. Solo mantendremos esto si aportamos un nuevo modelo de mercado teniendo en cuenta a todos los implicados en este proceso de cambio y avanzar hacia una nueva manera de entender la distribución de nuestros productos".

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Finalmente, De la Iglesia ha concluido reconociendo que la esencia del cine son sus espectadores. "Tenemos una responsabilidad moral y hacemos cine porque los ciudadanos nos permiten hacerlo. Y le debemos respeto y agradecimiento".

Álex de la Iglesia sigue la misma línea que el año pasado con un discurso valiente, autocrítico y casi pedagógico del cine, en este caso respecto a la distribución en el mundo digital. "Nunca reconocemos nuestros errores. Nos miramos al ombligo, nos encanta nuestro ombligo. Tenemos pósters de nuestro ombligo en casa, cuadros de ombligos llenando nuestras paredes. Creemos que somos artistas, genios alternativos, creadores. Antes de todo eso, somos trabajadores. Nos pagan por hacer un trabajo, y hay que hacerlo bien, decía en la anterior edición. En su discurso de esta noche, ha ido un poco más allá y ha instado a todos sus compañeros a reflexionar sobre el cambio de modelo en la producción y distribución que pide la ciudadanía y la época digital en la que vivimos.