Día 9. El atropello de Flecha

Luis León Sánchez logró este domingo la primera victoria española en este Tour de Francia. Enhorabuena para él porque es un tío majísimo, un gran corredor, que trabajó para su líder cuando lo necesitaba y que ha sabido aprovechar su oportunidad cuando la ha tenido. Se la merecía. Pero el día tuvo mucho más.

En la salida, entre las palabras de Contador y el gesto que Barredo tuvo con Rui Costa (de eso hablaré otro día), me encontré en el autobús del Rabobank con Juanma Gárate, con gesto serio, mala cara y vestido con el chándal del equipo mientras sus compañeros ya se subían a la bicicleta para el control de firmas. Nos temimos lo peor y él mismo lo confirmó: "Hoy no tomo la salida".

Gárate sufrió una caída el día que se retiró Brajkovic, cuando llevaba a rueda a su líder, Gesink, junto a Barredo. Los tres se fueron al suelo y el guipuzcoano se llevó la peor parte. Había venido al Tour en una forma espléndida, se encontraba bien físicamente, tenía muchas ganas, pero desde esa caída no volvió a ser el mismo.

Cada día le veía llegar a la meta retorcido de dolor en la bicicleta, se subía al coche casi cojeando y estaba claro que cada etapa era un calvario para él, porque los dolores no se iban. Ayer apenas pudo dormir y decidió no salir. Un ciclista que ha disputado 21 grandes (entre Tour, Giro y Vuelta) sabe cuándo debe decir basta. A Gárate le sobran "huevos" (y perdón por la expresión), pero esta decisión era mejor tomarla con la cabeza y con sentido común.

Y lo de Gárate fue sólo un aviso. La etapa traería después sustos mucho más graves. Vinokourov se rompió el fémur, Churruca la clavícula, Van den Broeck varias costillas... Contador (qué mala suerte está teniendo) se volvió a ir al suelo después de engancharse con la bici de Carpets, a Kloden lo vimos por el asfalto...

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Y con todo eso, lo más grave fue lo que sucedió con Juan Antonio Flecha y Johny Hoogerland. Los dos iban en la fuga buena junto con Luis León y dos franceses, Casar y Voeckler, pero sufrieron el atropello de un coche de la televisión francesa que quiso pasar por donde no podía, dio un volantazo para esquivar un árbol y se llevó por delante a los dos ciclistas. Los dos llegaron a la meta, pero con una minutada respecto al pelotón y con la incertidumbre de saber si podrán salir el martes por culpa de las heridas.

Cuando Flecha cruzó la línea de meta cuatro 'gorilas' del Sky lo rodearon para evitar que hablara con los medios. Después de la etapa, y de estar con el resto de protagonistas, Lekuona y yo nos quedamos en el hotel de su equipo para poder verle un minuto y que nos dijera algo. Estaba en la habitación y no quisimos molestarle, así que esperamos en la recepción del hotel hasta que los corredores bajaran a cenar, poco antes de las nueve, y poder encontrárnoslo de camino al comedor. Lo hicimos así: esperamos, esperamos y esperamos... Cuando Flecha por fin baja nos dice que su equipo le impide hacer declaraciones y que la escuadra se remite a una nota de prensa que envió a los periodistas lamentando el accidente.

No se podía hacer mucho más. Insistimos con él, con el jefe de prensa del equipo, con el manager... pero no había manera. "Flecha no habla". Así que nos dimos la vuelta, cogimos el coche y rumbo al hotel. Parece que al Sky tampoco le importa mucho no salir en medios españoles, pero nosotros nos quedamos sin la explicación. Las cosas no siempre salen bien, pero mañana será otro día. Por cierto, al coche de la televisión francesa lo echan de la carrera. Sólo faltaba.