Libertad bajo fianza para dos altos ejecutivos de Megaupload
El juez concede la libertad bajo fianza a dos de los cuatro imputados en el caso, aunque no a su fundador, Kim Dotcom
El juez David McNaughton ha concedido la libertad bajo fianza a dos de los tres altos ejecutivos de la página web de intercambio de archivos Megaupload que, junto a su fundador, Kim Schmitz, también conocido como Kim Dotcom, están acusados de piratería informática y blanqueo de dinero, según informa el diario NZ Herald.
McNaughton ha concedido la libertad bajo fianza a Finn Batato, de 38 años de edad, y a Bram van der Kolk, de 29, al descartar el riesgo de fuga, aunque, como medida cautelar, les ha prohibido utilizar cualquier aparato que les permita conectarse a Internet.
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"Estoy agradecida de que mi marido pueda volver a jugar con nuestro hijo otra vez", ha dicho la mujer de Van der Kolk, Asia, en declaraciones concedidas a la prensa a su salida de la Corte del Distrito de North Shore.
Si bien, lo más probable es que pase al menos una semana hasta que Batato y Van der Kolk sean puestos en libertad, debido a la lentitud de los trámites procesales. Ambos deberán comparecer ante el juez el próximo jueves.
En cambio, McNaughton ha denegado la libertad bajo fianza a Mathias Ortmann, de 40 años, al considerar que los argumentos expuestos a su favor no son suficientes.
Este miércoles, el juez también denegó la libertad bajo fianza a Schmitz, haciendo caso a la fiscal Anne Toohey, quien advirtió de que el fundador de Megaupload podría huir porque tiene el dinero suficiente para contratar un transporte privado y acceso a varios pasaportes.
En el caso de que Schmitz huyera a Alemania, su país de origen, sería imposible que fuera extraditado, ya que la legislación germana prohíbe la entrega de sus nacionales a otros países, por lo que, a no ser que el país presentara cargos en su contra, quedaría libre.
Schmitz y sus tres compañeros fueron detenidos el pasado viernes en Nueva Zelanda, donde residen, en el marco de una operación internacional dirigida por el FBI contra la piratería informática y el blanqueo de dinero.
Estados Unidos ha solicitado su extradición porque considera que los cuatro acusados crearon una ''mega'' red de copia y reproducción ilegal de archivos protegidos por los derechos de autor con la que han ganado más de 175 millones de dólares en apenas unos años.
Por otro lado, el jefe de seguridad de Schmitz, Wayne Phillip Tempero, de 55 años, ha comparecido este jueves ante McNaughton, en calidad de imputado por un delito de posesión ilegal de armas de fuego.
A su salida de la corte, Tempero ha confiado en que saldrá absuelto del proceso judicial porque posee la licencia necesaria para comprar armas de fuego en Auckland, donde adquirió su pistola semiautomática.