El último informe de Amnistía Internacional, titulado «Quería morir Los superviventes de la tortura en Siria hablan claro», describe, a través de supervivientes y testigos, los métodos de torturas y malos tratos a detenidos utilizados por las fuerzas de seguridad sirias, el ejército y los «shabiha» (grupos armados pro-gubernamentales). Son testimonios recopilados por los investigadores de la organización de Derechos Humanos en Jordania, en febrero de 2012. «Me golpearon mucho, utilizaron tenazas para arrancar carne de mis piernas» « Me quitaron la parte superior ( de la ropa) y me colgaron de un gancho en la pared . Tenía que estar de puntillas. Si apoyaba los pies, me golpeaban . Me tuvieron colgado dos o tres días, durante muchas horas en cada ocasión , a veces con las muñecas atadas sobre mi cabeza. Mi mente y mi cuerpo estaban agotados. Si preguntaba qué día o qué hora era, me golpeaban» « Estaba esposado y con los ojos vendados y me colgaron en el shabeh, por las muñecas, durante 10 horas, sobre las puntas de los pies, después me levantaron con una polea. No me golpearon» Son algunos de los testimonios que se puede leer en el último informe de Amnistía Internacional y que describe los métodos de tortura y malos tratos infligidos a los detenidos por las fuerzas del régimen de Bachar Al Assad. Otra de las formas relatadas es conocida como «dulab» o «neumático»: la víctima es obligada a introducirse dentro del neumático de un vehículo que, a menudo es suspendido en el aire y ,entonces, se le golpea. Según Amnistía Internacional las tortura y los malos tratos a detenidos en Siria siguen un patrón establecido. Muchas de las víctimas hablan de palizas con palos y látigos, culatazos, puñetazos e incluso golpes con cables trenzados a su llegada a los centros de detención. Una práctica denominada « haflet al Istiqbal» o « recepción ». Todo ello acompañado de abusos verbales e insultos. El informe hasta 31 formas distintas de malos tratos y torturas: además de los golpes hay relatos de descargas eléctricas, quemaduras con cigarrillos, el uso de tenazas para arrancar la piel, obligar a los detenidos a ingerir sal tras permanecer varios días privados de agua y alimentos, violaciones y abusos sexuales... Todos estos testimonios, subraya Amnistía Internacional, suponen todavía más pruebas de los crímenes contra la Humanidad cometidos en Siria por lo que la ONG vuelve a pedir que el caso sea remitido al Fiscal de la Corte Penal Internacional. Decenas de miles de personas han sido detenidas en Siria tras el inicio de las protestas contra el régimen de Bachar el Assad, en marzo de 2011. Durante este año Amnistía Internacional ha documentado 276 muertes bajo custodia. La organización de Derechos Humanos ha recibido los nombres de más de 6.500 personas fallecidas en Siria durante estos 12 meses de revuelta contra el régimen.