Vamos de boda
Seguro que podríamos contar con los dedos de una mano a los que no tengan apuntado en el calendario alguna boda durante los próximos meses.
Se trata de los eventos sociales por excelencia de la temporada, aunque no por muy acostumbrados que estemos se tiene asumido qué accesorios es correcto llevar y cuáles no.
Los hombres lo tienen más fácil y limitado a la hora de acertar, ya que sus opciones se resumen a elegir el color de la camisa y a apostar por corbata o pajarita. En cualquier caso, hay que prestar atención también al cinturón y a los zapatos, que deben conjuntar con el resto del estilismo. Por eso es recomendable probarse el traje unos días antes para comprobar que lo que vamos a llevar no desentona en su conjunto, así como que las mangas no quedan cortas ni los pantalones arrastran con el zapato.
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Sin embargo para las mujeres, por aquello de disponer de un amplio abanico de posibilidades, es más difícil conseguir el look correcto. La consigna básica es huir de todo lo que huela demasiado a boda, es decir, no a vestidos sobrecargados de lentejuelas y pedrerías con escotes imposibles. Un conjunto sencillo al que dar vida con los complementos es lo ideal.
Los zapatos nunca deben ir forrados de la misma tela del vestido, así que busca tacones cómodos estilo salón que rompan la monotonía del estilismo. Respecto a la joyería, lo mejor es no pecar de excesos y ponerse pendientes pequeños y pulseras y collares discretos, aunque estos últimos permiten alguna extravagancia. En cualquier caso, nunca un reloj. Si quieres saber la hora, mételo en el bolso, que debe ser de mano y no de asas.
Para el pelo, los tocados mejor que los moños adornados con plumas, pero prueba antes a llevarlo en alguna fiesta menos formal, ya que si no se está acostumbrada a lucir este accesorio, se nota mucho la falta de experiencia. Por último, no te sientas culpable porque al llegar la noche empieces a pasar un poco de frío. Protégete con un bolero o una americana y olvida para siempre las pashminas y los chales, junto a las tiras de silicona de la ropa interior, los mayores enemigos del buen look de boda.