Rajoy pasa del triunfalismo a reconocer que no le gusta la fórmula del rescate

Para evitar que se vuelva a repetir una situación como la que ha vivido España, Rajoy propone "avanzar en la unión bancaria con un supervisor único, un fondo de garantías de depósitos común y un mecanismo común para actuaciones y restructuración de entidades financieras".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha intervenido en el G-20. En este encuentro ha defendido el proyecto del euro como un proyecto político que ha sido bueno para los europeos y el resto del mundo. Además, se ha mostrado convencido de que el Consejo Europeo, de los días 28 y 29, va a ser "clave" para el proyecto de integración.

Rajoy ha hecho suyos los argumentos del borrador de esta cumbre internacional. El prioritario, que hay que "romper el vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano".

A su juicio, este ha sido "tremendamente dañino". Con ello el jefe del Ejecutivo español reconoce de forma implícita que la fórmula empleada para el rescate de la banca española ha sido un fracaso.

El pasado 10 de junio, el presidente presentó esta "línea de crédito" como todo un éxito y exhibió triunfalismo en las negociaciones del Gobierno con el Eurogrupo.

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Para evitar que se vuelva a repetir una situación como la que ha vivido España, Rajoy propone "avanzar en la unión bancaria con un supervisor único, un fondo de garantías de depósitos común y un mecanismo común para actuaciones y restructuración de entidades financieras".

El líder del PP ha abogado por establecer un calendario "preciso y concreto" para avanzar en el proceso de integración y ha asegurado que los europeos están "comprometidos y decididos a adoptar las medidas precisas para superar la situación".

Durante la sesión plenaria, nadie se ha referido a España. No ha habido ni una sola mención. De Grecia, sin embargo, se ha hablado. Pero para valorar de forma positiva los resultados electorales. Rajoy al llegar ha hablado unos minutos con Obama, Merkel y Durao Barroso.