¿De costa o de interior?

Se nota una clara diferencia entre la gente que vive en el interior con la gente que vive en la costa.

Los primeros, de ambiente más montañero y rural, visten con unos tonos que, por estar al lado de la naturaleza, varían poco de la gama de los tierra y verdes. Los segundos son casi siempre más atrevidos, mezclando el color del mar que tienen de fondo con tonos ácidos y vibrantes, que abarcan toda la paleta de colores.

Lo cierto es que la vestimenta es algo que se adapta de un modo casi inconsciente al lugar dónde vivimos. No es lo mismo pertenecer a una gran urbe que vivir en la tranquilidad de un pueblo, ni tampoco pasar la vida a la orilla del mar.

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Por eso, la maleta que se hace para las vacaciones varía en función del lugar dónde se vaya. Esto ocurre porque uno se adapta irremediablemente a su destino.

Se trata de una cuestión de comodidad en primer lugar, porque unas sandalias y un vestido no parecen lo más adecuado para hacer senderismo, por ejemplo, pero también se trata de un modo camaleónico de mimetizarse con el ambiente de alrededor: camiseta y bermudas en tonos marrones no acompañan bien un día de playa.

Uno siempre acierta con su maleta si hace caso a los consejos de Gabi García, que recomienda estilismos para hombre, y de Sara Escudero, que hace lo propio pensando en ellas.