Una manera de cambiar la decoración sin demasiado esfuerzo

Los vinilos son una alternativa perfecta: puedes ponerlos tú mismo y no suponen la obra que requiere el papel pintado o un nuevo color de pintura

Este nuevo elemento decorativo es especialmente útil si vas a tener un bebé o si, simplemente, quieres que tus hijos se sientan más cómodos en su habitación.

La oferta de vinilos infantiles es realmente amplia y permite que ellos sientan que la habitación está a su gusto. Se les puede dar a elegir entre varios modelos, y que incluso ayuden a colocarlo. No se trata más que de la vieja idea de pintar algo en la pared, con las manos, con acuarelas, o con rotuladores y a escondidas, como hacían muchos niños.

Pero los vinilos tienen una gran ventaja: puedes retirarlos con facilidad cuando te canses de ellos, y además, no dejan huella. Incluso puedes cambiarlos por unos nuevos y de esta manera, ir adaptando la habitación al crecimiento de los más pequeños de la casa.

El que muestra la fotografía, basado en un fragmento de El Principito, es una opción preciosa para un niño que ya sabe leer. Pero los hay que sirven incluso para medirse, como el de la jirafa de la fotografía, y otros pensados para los más pequeñitos: con diseños más discretos que quedan genial alrededor de una cuna.