
Elisa Sednaoui, un nombre que no olvidarás
Tiene veinticuatro años y ya es una de esas it girls que conquistan tanto a diseñadores como a mujeres de todo el mundo que adoran imitar su estilo.

Elisa Sednaoui / Philippe Berdalle
Parece que últimamente, hablar de una chica que marca tendencia es hablar, inevitablemente, de los Casiraghi.
Es un poquito enrevesada, pero la relación está ahí: Elisa Sednaoui es la actual novia de Alex Delall, quien fuera novio de Carlota Casiraghi. Pero es que hay que recordar que este chico tan moreno, Alex, es a la vez el hermano de Alice Delall, esa chica con media cabeza rapada que conquistó durante una temporada a Pierre Casiraghi.
Más información
- Las mil caras de Brian Duffy
- Coach, firma de complementos desde 1941, renueva sus clásicos
- Volver al trabajo, pero con buena cara
- Los mejores juegos de inteligencia para tu móvil
- Llega el otoño: la firma Esprit nos muestra cómo será la nueva temporada
- Nexus 7, la gran apuesta de Google
- Cuarenta años oliendo a Loewe
- Ensaladas nada verdes
- Todos quieren ser James Dean
- Productos de lujo para hombres especiales
- El pelo, elemento fundamental para mostrar una buena imagen
- De Truffaut a Jean-Pierre Jeunet, el cine francés nos conquista desde hace años
- La protagonista del estilo universitario: la chaqueta beisbolera
- El otoño llega cargado de complementos
- Todos tenemos un plan: seguir a Viggo Mortensen
- Poppy Delevigne, o los nuevos requisitos para ser una it girl
Vamos, que todo queda en familia. Al menos, entre familias. Y Elisa Sednaoui es ahora la novia de este muchacho, pero esto no es lo más importante. Lo fundamental es que es modelo, que Karl Lagerfeld ya se ha fijado y confiado en ella y que sus rasgos de ascendencia egipcia e italiana hacen de ella un rostro perfecto para muchas firmas.
Si bien es cierto que Sednaoui tiene la moda en casa: su madre es editora de moda y su padrino es Christian Loboutin. Ella prueba como modelo, pero también como actriz, y es que sus rasgos son versátiles. Es guapa, muy guapa, sobre todo por ese halo de naturalidad que desprende y su capacidad para lucir tanto un estilo masculino como el más femenino de los vestidos.
