Castilla y Léon vinculará parte del dinero que da a colegios e institutos al resultado académico

El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, gobernada por el Partido Popular, ha anunciado esta mañana un nuevo método para gestionar los gastos de los más de 1.500 centros educativos de la Comunidad.

A partir del próximo año, y con el presupuesto de 2013 ya en vigor recibirán una parte para los gastos básicos, con tantos pagos como sean necesarios para garantizar el "funcionamiento operativo", es decir, calefacción, agua o mantenimiento, pero otra partida que se denomina "complementaria" se regirá bajo otros criterios, entre ellos que cada centro mejore sus resultados académicos y se ajuste al proyecto educativo que cada uno desarrolle.

El consejero de Eduacación, Juan José Mateos, ha señalado que "lo primero" que se va asegurar es la calefacción, un asunto que fue motivo de polémica el pasado curso en Castilla y León cuando algunos directores denunciaron que el Gobierno castellano y leonés no les había transferido los fondos necesarios para hacer frente a esas facturas. Mateos ha admitido que algunos colegios o institutos tuvieron que apagar los radiadores pero también ha añadido que en algún caso, los centros tenían recursos en sus cuentas pero prefirieron no poner en marcha las calderas.

Habrá menos dinero para el funcionamiento de los centros, menos profesores -665 sobre una plantilla de más de 33.000- y recortes también en las ayudas a los libros de texto. Serán nueve millones de euros para este curso, frente a los 19 del pasado con la idea de llegar a 72.000 alumnos. A cambio, la consejería pone en marcha, como experiencia piloto, un Banco de Libros de Texto para que los alumnos mayores dejen los libros que ya no utilizan y pueden ser empleados por los cursos inferiores. Además, la Junta se compromete en algunos casos a destinar recursos "extraordinarios" para adquirir libros en centros con necesidades especiales.