Héroes y villanos
El thriller psicológico de Showtime destrona a 'Mad Men' y a Bryan Cranston. 'Modern Family' reafirma su enorme tirón
'Homeland' ha revolucionado la 64º edición de los premios Emmy. Se hablaba de ella en susurros, sin quitarle posibilidades pero admitiendo que tenía enfrente a dos colosos. 'Mad Men' buscaba su cita con la historia. De haber ganado su quinto Emmy sería el drama más premiado de todos los tiempos, superando a series tan míticas como 'Canción triste de Hill Street' o 'El Ala Oeste de la Casa Blanca'. Los expertos y artistas apostaban por 'Breaking Bad', y mientras, todos mirábamos de reojo a la británica 'Downton Abbey', aupada por un inusitado fervor en crítica y público.
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'Homeland' es una historia de héroes y villanos, de luces y sombras, de lealtad y traición. Su fuerte polaridad mezcla todo lo anterior hasta crear un ambiente tan intrigante como perturbador. Y justamente, su triunfo en los Emmys crea esta misma sensación. Una serie novata ha destronado a dos exquisitos dramas con cincos temporadas a sus espaldas. Quizás la Academia buscaba esto, algo fresco, innovador, diferente y muy bien hecho. El thriller de Showtime sale como héroe, pero también tiene mucho de villano. Y no solo por impedir que 'Mad Men' pase a la historia.
Quitándonos el mantra de que todos se lo merecían, es indudable que Bryan Cranston encarna al icono televisivo más grande de los últimos años. Walter White está a la altura de Tony Soprano, y es imperdonable que vuelva a casa con las manos vacías. Ya sabemos que llevaba tres galardones consecutivos y que ni Damian Lewis, ni el mismísimo Don Draper -sin Emmy aún- desmerecen este galardón, pero existe una notable diferencia en fondo y forma a la hora de construir una figura dramática de tal calibre.
Con el premio a Claire Danes, sin embargo, todos contábamos. Su triunfo en los Globos de Oro y una competencia sin su altura, salvo la brillante Julianna Margulies, empujaban para convertirla en el personaje del año. Entre los secundarios, Aaron Paul rasca un merecido premio para 'Breaking Bad' -aunque lo haga sin su socio-, y la petarda y lapidaria condesa viuda de Grantham jamás permitiría que alguien le hiciera sombra.
En comedia, la sensación es agridulce. Entre lo previsible y lo asombroso. 'Modern Family', la comedia más mediática, llegaba tan fuerte como en años anteriores, y solo el runrún generado por 'Girls' sembraba alguna duda. Su reparto, agolpado en la categoría de secundarios, hacía inevitable que los galardones cayeran de su lado. Eric Stonestreet y Julie Bowen han sido esta vez los afortunados. El asombro viene por los premios a los actores principales. Llega a asustar que Jon Cryer, por la ya tediosa 'Dos hombres y medio', haya desbancado a Jim Parsons. Solo Louis C.K., mirando esta pasada temporada, parecía tener licencia para hacerlo. Entre las actrices, más de lo mismo. No vale una buena actuación en una serie mediocre. Amy Phoeler, Tina Fey, Melissa McCarthy o Lena Dunham caminan muy por delante. 2012 nos deja unos Emmy de héroes con algo de villanos.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...