El 'comité de sabios' debate sobre cambios en la cuantía inicial de las pensiones y sobre su revalorización
Los doce expertos designados por el Gobierno para elaborar un primer informe sobre la próxima reforma de las pensiones llegan al ecuador de sus trabajos todavía sin acuerdo
Los expertos que han de presentar un informe al Gobierno sobre el llamado "factor de sostenibilidad" de las pensiones trabajan todavía en ello. Han celebrado tres reuniones y no están cerca de un acuerdo. En esos encuentros, según fuentes conocedoras de los mismos, se está hablando de posibles fórmulas que ajusten la pensión inicial de los trabajadores en función de la esperanza de vida, y de fórmulas por las que las pensiones no se revalorizarían con los precios, sino de acuerdo a otros indicadores económicos (probablemente los salarios).
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Los trabajos están todavía a mitad de camino, al menos tienen otra reunión por delante, pero los doce expertos en pensiones están centrando de momento los debates en dos aspectos. El primero, que la cuantía inicial de la pensión venga marcada por la esperanza de vida: a mayor esperanza de vida en el momento de empezar a cobrar la pensión, menos cuantía. La fórmula concreta de la que se ha hablado es la de servirse de un coeficiente reductor que se aplicaría a la cuantía inicial de la pensión.
La idea es que, para que el sistema no se desequilibre, las pensiones han de ser más bajas si se cobran durante más tiempo. El sistema del coeficiente sería una alternativa a otras fórmulas para lograr el mismo efecto (como aumentar la edad de jubilación, o aumentar el número de años necesario para acceder a la pensión). En todo caso, conviene subrayarlo, no hay nada decidido y las cosas pueden cambiar. Además, la fórmula exacta para calcular ese coeficiente también tendría que ser examinada con mucho detalle.
En todo caso, la aplicación de un coeficiente para rebajar la cuantía inicial de la pensión sólo se aplicaría a las nuevas pensiones (es decir, no se revisarían las que ya se estuviesen cobrando) a partir del año en que entrara en vigor la reforma.
No revalorizar las pensiones con el IPC
El otro gran asunto que hay sobre la mesa es la posible eliminación del vínculo entre pensiones y precios. Hasta ahora, las pensiones suben cada año lo mismo que sube el IPC (salvo en este año y en 2011, cuando los respectivos Gobiernos suspendieron la norma para ahorrar dinero). Lo que se ha debatido entre los doce expertos es servirse de una fórmula alternativa que tuviese en consideración la marcha de la economía, posiblemente relacionando las pensiones con el comportamiento de los salarios.
Tampoco hay nada decidido en este sentido, y muchas incógnitas quedarían abiertas en este escenario. Por ejemplo, esta fórmula provocaría que las pensiones subiesen menos en época de crisis, pero posiblemente más en época de bonanza, lo que reduciría su papel de soporte de las familias y del gasto en época recesiva. Por otra parte, había que decidir si, cuando los sueldos bajen, habría que bajar las pensiones o si esto se descartaría.
El debate sigue abierto
Estas fuentes insisten en subrayar en que esta es una "foto fija" del debate, que puede cambiar porque hay al menos otra reunión pendiente, y porque se aprovechará el tiempo hasta la próxima para estudiar más el asunto y examinar los cálculos que los expertos han pedido a la Seguridad Social.
De hecho, todavía no está claro cómo de preciso será el informe. Como los expertos pertenecen a distintas sensibilidades ideológicas, las posibilidades de acuerdo probablemente aumentarían cuanto menos concreto sea el texto. Una propuesta muy detallada seguramente no recabaría la unanimidad, dado el fuerte sesgo pro-liberal de buena parte de los miembros del comité. Entre las claves también estará el cuándo se recomendará aplicar la reforma. El horizonte marcado por la última reforma de las pensiones era 2027, pero no se descarta que se pueda adelantar.
El informe que salga de estas reuniones, que tendría que estar listo para finales de mes, se enviará al Congreso para que allí lo estudie la Comisión del Pacto de Toledo (la que analiza la marcha y los posibles cambios del sistema de pensiones). A partir de ello, y de las consultas con los agentes sociales, el Gobierno elaborará su propuesta de factor de sostenibilidad, que en principio quiere presentar antes del final de julio.