La Fiscalía pide el ingreso en prisión de Matas

El Ministerio Público ha pedido al Tribunal Supremo que confirme la condena de seis años de cárcel para Jaume Matas por pagar casi medio millón de euros de dinero público a un periodista para que le escribiera los discursos. El fiscal le acusa de "vestir formalmente el muñeco" y falsear estos pagos a través de subvenciones, mientras que la defensa del expresidente balear solicita su absolución y no considera probado que Matas pueda ser considerado como inductor ni autor de ninguno de los delitos por los que fue condenado'.

La Fiscalía ha solicitado al Tribunal Supremo que confirme la pena de seis años de cárcel para el expresidente balear Jaume Matas por pagar medio millón de euros de fondos públicos a un periodista que le escribía los discursos. Para el Ministerio Fiscal está probado que Matas urdió una estrategia para ocultar este pago de 483.186 euros al periodista Antonio Alemany, "poniéndole ropaje formal al muñeco" y camuflando este pago como si fuera una subvención.

La sala de lo penal del Tribunal Supremo revisa la condena de seis años de cárcel impuesta a Jaume Matas por los delitos de fraude a la administración, prevaricación, malversación, tráfico de influencias y falsedad en documento oficial y mercantil en la primera de las 26 piezas separadas del 'caso Palma Arena'. La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca también condenó al periodista que recibió el dinero camuflado como subvención, Antonio Alemany, a 3 años y 9 meses.

Tanto la fiscalía como la abogacía del Govern balear han solicitado que se confirmen ambas condenas, y han considerado probado que el expresidente Matas utilizó su poder para concederle esta subvención a Alemany, un concurso de una asesoría externa en materia de comunicación que finalmente no se habría cumplido. Un proceso en el que también habrían intervenido el jefe de comunicación de Matas, Joan Martorell. Para el Fiscal del caso, el periodista igualmente "usó su amistad para obtener favores y desarrollar su actividad profesional".

En este punto, la abogada de la administración pública balear, en calidad de acusación, ha indicado que "el objeto del contrato nunca se cumplió" y que esta estrategia se urdió para evitar que Alemany se tuviera que incorporar de forma oficial a la administración pública de Matas y poder así seguir con su actividad privada sin quebrantar la ley de incompatibilidades.

"La administración pública no funciona como una sociedad feudal"

La defensa de Jaume Matas ha solicitado la absolución del exministro del Partido Popular, señalando que su condena es "evidentemente falta de lógica y razonabilidad". La abogada defensora del expresidente balear considera que los jueces que condenaron a Matas valoraron las pruebas de forma "incoherente" y reprocha que entiendan la Administración Pública balear como "una sociedad feudal en la que el señor Matas ordena y se obedece de forma directa" para responsabilizar de forma directa al expresidente. Una sentencia "confusa y contradictoria, que dice una cosa y la contraria".

Para la defensa del exministro popular, no se puede acusar a Matas de inducir a cometer el presunto delito de prevaricación, esto es, a conceder la subvención fraudulenta a Alemany, ya que no queda especificada la cadena de inducción que habría empezado en Matas, seguido en Martorell y terminó en la funcionaria que estampó su firma en la concesión de la subvención fraudulenta a Alemany. También ha alegado que no se puede hablar de un delito de malversación "si la propia sentencia indica que el dinero entregado a Alemany fue acorde al interés público".

Son argumentos a los que se ha adherido el abogado del periodista condenado. Las defensas también han puesto en duda la fiabilidad de las declaraciones de varios coimputados, como las de Martorell. Han negado que, en cualquier caso, los delitos imputados a Matas y Alemany puedan ser ponderados en modalidad continuada, que acarrea penas mayores. Ambas defensas han recordado también que la puntuación otorgada a Alemany en el concurso público objeto de la polémica "no fue la más alta" que se otorgó con respecto a otros proyectos presentados.