Una fuerte explosión, humo, viajeros ensangrentados... Los testimonios de los ocupantes del Alvia accidentado y de los testigos presenciales de la tragedia ferroviaria más grave en décadas expresan en la SER lo vivido durante esos minutos angustiosos. Abel: «Fue la imagen que más se me quedó grabada» Abel es uno de los «héroes» del accidente de tren de Santiago. Este vecino de Angrois ayudó en las labores de rescate y pudo liberar a una niña de los hierros retorcidos del Alvia, después se la entregó a un bombero. En «Hora 14», el protagonista de la foto que hoy ocupa portadas ha confesado que le gustaría saber el estado de la niña y que esa imagen se le ha quedado grabada. La cantante Luz Casal ha explicado en «La Ventana» que, en muchas ocasiones, la música se puede presentar como un alivio ante el dolor. Como gallega, expresa sus sentimientos ante la tragedia que vive Santiago de Compostela. Ana Belén Leis es una de las supervivientes del siniestro que viajaba en el cuarto vagón. En «La Ventana» Ana ha explicado, desde su cama en el Hospital Clínico de Santiago en el que continúa ingresada, como nada más «salir del túnel, el tren empezó a inclinarse» Desde Ser Alcázar de San Juan, Agustín Jiménez, periodista, nos cuenta una de las historias que no han tenido final feliz. Su amiga Marta Jiménez, ha fallecido en el accidente. Su novio se encuentra hospitalizado y el padre de éste es uno de los despararecidos. Agustín recuerda a Marta con «una sonrisa amplia y eterna» Luis Miguel era de Talavera de la Reina. Se iba a reunir en Galicia con su mujer. Su tía Angelines nos cuenta su historia. Joaquín vive en Jaén y su hermana y su madre viajaban en el convoy que se accidentó en la curva de A Grandeira. Cuenta que en el momento en que se dio cuenta del accidente llamó a sus familiares y al ver que no le contestaban decidió poner rumbo a Galicia. Entonces lo llamó su hermana. Soler fue profesor de una pareja fallecida que iban a empezar cuarto curso. Ella era gallega y él era extremeño, los dos iban a Galicia de vacaciones después acabar su tercer año de carrera. Anabel Domínguez debía desplazarse con un niño de 2 años hasta Santiago de Compostela por el fallecimiento de su abuela. Iba a viajar en el tren siniestrado pero finalmente, por temas de trabajo, cambió el billete y viajó en el tren siguiente. Una de las fallecidas del trágico accidente vivido este miércoles en Santiago de Compostela es la cuñada de Luis. En «Hora 14» ha contado como su cuñada debía de haber llegado desde Alicante a las 20:40 a una estación donde la esperaba junto a su mujer. «El teléfono estaba abierto pero ella no contestaba y simultáneamente oímos el rugido de las sirenas de las ambulancias. En vista de que llegaban trenes con horario de llegada posteriores, le dije a mi mujer que se pusiera en contacto telefónico con ella a ver qué estaba pasando». Poco después, en el hospital Clínico de Santiago, se enteraban de que su familiar había fallecido. José es conductor de autobús y presenció de cerca el accidente ferroviario de Santiago de Compostela. En el informativo «Hora 14» ha relatado cómo entró en el vagón que saltó de la vía. «Fui el primero en entrar, había un par de cadáveres y mucha gente pidiendo auxilio. Una chica me pedía: ¡por favor, sácame!», ha descrito lo sucedido en una noche, que dice fue «de auténtico horror». José tiene 15 años y vive en una casa pegada a la vía donde tuvo lugar el descarrilamiento del tren. Estaba hablando con el móvil cuando vio el accidente desde su ventana. Lo primero que hizo fue rezar «porque el tren fuera de mercancía y no de personas», pero cuando escuchó a la gente gritar, se imaginó «lo peor». Luis aún vive en la incertidumbre de no saber qué le ha ocurrido a su novia. «Me mandó un mensaje antes del accidente y desde entonces no sabemos nada de ella», asegura angustiado. La casa de Vicente está situada a menos de diez metros del accidente. Asegura que el vagón que salió despedido pasó a milímetros de su casa. «Estaba en una nube no sabia lo que hacía. Nunca he visto nada como esto y no quiero volver a verlo». Sergio Prego, un joven que viajaba desde Madrid, hacía alusión durante la noche a la suerte que ha tenido al salir por su propio pie, y describe la escena vivida como «un desastre, tiene que haber un montón de víctimas mortales». «Muchas vueltas de campana» es lo poco que recuerda Ricardo Montero de lo ocurrido dentro del tren. Este viajero comparte la hipótesis del exceso de velocidad y se lamenta por la cantidad de gente que quedó aprisionada. Guillermo también viajaba en el tren. El ocupante no recuerda gran cosa, porque «todo pasó muy rápido», pero no se irá de su cabeza la imagen de la gente sangrando a su alrededor. Roberto viajaba con su mujer, a la que se le cayó todo encima al salirse el tren de la vía. «Todavía no sé nada de mi esposa, no sé cómo está», decía el hombre durante la noche. Una vecina, Mari, presenció el accidente desde su casa, y sintió «una enorme exposión» seguida de «un fuerte torpedo de humo». Las primeras imágenes tras el accidente ferroviario en Santiago de Compostela grabadas por un vecino que acudió a ayudar en las tareas de rescate. Un vecino que ha grabado las primeras imágenes tras el accidente se pregunta con desesperación «¡qué ha hecho este hombre!», en referencia al maquinista del tren Alvia.