Carlos Fabra admite las reuniones en ministerios con el empresario que le denunció
El expresidente del PP y de la Diputación reconoce que Vicente Vilar le acompañó a Agricultura, Sanidad e incluso Moncloa, pero niega que fuera para mediar por los fitosanitarios a cambio de comisiones como sostiene la acusación
Castellón
Segunda sesión del juicio a Carlos Fabra, que ha comenzado con el interrogatorio al principal imputado, el expresidente del PP y de la Diputación de Castellón, a quien las acusaciones y Anticorrupción piden 13 años de cárcel por delitos de cohecho, tráfico de influencias y cuatro fraudes fiscales.
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Carlos Fabra ha reconocido que se reunió con los ministros de Agricultura y Sanidad durante el Gobierno de José María Aznar. Unas reuniones, a las que según ha admitido, acudió acompañado por el empresario Vicente Vilar. Pero Fabra ha negado que las reuniones tuvieran que ver con sus tareas de mediación para la aprobación de los fitosanitarios que ambos comercializarían después, tal y como afirman las acusaciones, sino que Vilar le acompañaba porque "coincidía que estaba en Madrid", y era "amigo mío". Fabra también ha reconocido que Vilar llegó a acompañarle a La Moncloa para reunirse con el entonces jefe de Gabinete de José María Aznar, Alfredo Timermans, pero ha argumentado que permitió su compañía porque "le hacía ilusión conocer el Palacio", y él, "no le iba a privar de esa satisfacción". Según Vilar, esa reunión, también se produjo para presionar a Presidencia del Gobierno, con el objetivo de que recomendase a los ministerios que acelerasen las licencias de fitosanitarios.
El expresidente del PP en Castellón se ha jactado de su hilo directo con la Moncloa durante la época de Aznar, al afirmar que en aquellos tiempos visitó "más de 50 veces" el palacio.
Carlos Fabra solo ha contestado al fiscal anticorrupción, Luis Pastor Motta, y su abogado defensor, Javier Boix, en un interrogatorio que ha durado tan solo una hora. El representante del Ministerio Público no ha incidido en uno de los aspectos clave de la acusación contra el expresidente provincial: los cuatro delitos fiscales imputados, por los que se le piden ocho de los trece años de cárcel, y su injustificado incremento patrimonial, con ingresos no declarados por el matrimonio superiores a los 3,5 millones de euros, según Hacienda.
Carlos Fabra ha explicado que siempre ha amortizado unos préstamos con otros o con ingresos en efectivo que sacaba "de la caja familiar" en un intento de aclarar la gran cantidad de movimientos bancarios que extrañó a los peritos judiciales. Una forma de proceder que sigue empleando "hoy en día", según sus palabras.
Respecto a las decenas de ingresos en efectivo fraccionados en cantidades que no superaban los 3.000 euros durante un mismo día, varios días consecutivos, que en algunos casos según Vilar se correspondían con las cantidades que él le pagaba, Fabra ha explicado que era dinero para pagar sus préstamos y que procedía de esa "caja familiar". Una "caja" que tenía un dinero cuya procedencia no ha justificado.
Fabra se ha ganado la reprimenda del presidente de la Sala, por interrumpir al fiscal durante el interrogatorio.
Carlos Fabra también se ha responsabilizado de todos los movimientos de dinero, empresas y cuentas en los que también figuraba su exmujer. Dice que María Amparo Fernández "se dedicaba a firmar" lo que él le decía. "Ella figuraba y yo gestionaba", ha dicho Fabra.