Luto por el chef Charlie Trotter en las cocinas españolas

El chef estadounidense Charlie Trotter ha fallecido este martes en Chicago a los 54 años por causas que aún se desconocen, según han informado fuentes policiales y familiares. Muchos de los mejores cocineros españoles han lamentado la noticia a través de las redes sociales y Sergi Arola, en declaraciones a la Cadena SER, destaca que Trotter "fue el primero, y no uno de los primeros, en llevar la vanguardia a su país".

El chef catalán asegura que Trotter fue pionero en su país a la hora de "romper los cánones francófonos" y también un "gran impulsor de filosofía raw, basada en técnicas alternativas al fuego para cocinar los alimentos".

"La gastronomía ha perdido un contrapunto. Charlie Trotter era una persona extremadamente culta y refinada. Una persona a la que le gustaba vivir y que venía de un entorno intelectual norteamericano muy divertido", comenta Arola. "Recuerdo con mucho cariño que me regaló una guitarra acústica dedicada por The Grateful Dead. Por eso he colgado esa canción en Twitter. In memoriam".

El chef norteamericano fue hallado este martes en su domicilio, inconsciente y sin respirar, tras lo que fue trasladado al hospital, donde falleció, según declaraciones de una amiga de su familia al diario Chicago Tribune [link en inglés]. Nada más conocerse la noticia, numerosos chefs han lamentado su pérdida.

En 2011 compartí mesa redonda con el en @madridfusionMex !! Grandísimo cocinero, crecí con todos sus libros !!? Dani García (@danigarcia_ca) November 5, 2013

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El madrileño David Muñoz explica que Charlie Trotter fue "el precursor de la nueva cocina de EE UU, con diferencia". Algo meritorio, según el chef de DiverXo, porque "la gastronomía norteamericana adolecía de estar anclada en los clasicismos de la cocina francesa". Pero no solo eso: "Trotter fue el primero con una visión moderna de lo que es un restaurante vanguardista y le empezó a dar importancia a los vegetales en una época en la que no estaba nada de moda comer verdura, y menos en un país como EE UU. Fue un visionario".

"¡Y tanto que conocía a Charlie Trotter!", responde Albert Adrià por teléfono. "La primera vez que fuimos a Chicago nos invitó a cocinar con él y me gustó tanto que me quedé una semana en su restaurante. Su hijo Dylan, además, estuvo con nosotros en elBulli", explica el cocinero catalán.

El chef de Tickets Bar añade que Charlie Trotter era "todo un señor" y apunta que fue "el gran revolucionario de la cocina de autor norteamericana". El hermano de Ferran Adrià señala además que Trotter "deja sus libros como gran legado" y recuerda que el cocinero de Chicago les enseñó a trabajar "la psicología de grupo".

José Andrés, que vive en EE UU desde hace más de 20 años, ha animado a sus seguidores en Twitter a recordar la interesante aportación de Charlie Trotter a EE UU y al mundo: "Hoy en el cielo se va a comer aún mejor".

Trotter logró la fama con el restaurante que llevaba su nombre en Chicago, todo un icono culinario premiado con dos estrellas Michelin que no dejó de sorprender durante sus 25 años en activo.

Su apertura en 1987 revolucionó el concepto de cena lujosa que hasta entonces había reinado en Chicago, de cariz tradicional y afrancesado, al introducir varias ideas que hoy se dan por sentadas en los restaurantes de estilo americano moderno.

La compra de productos directamente a pequeños proveedores locales, la preferencia por caldos ligeros frente a las pesadas salsas de nata y mantequilla que predominaban entonces o el protagonismo otorgado a la fruta y la verdura sin importar el plato le permitieron hacerse pronto un nombre en la ciudad y el país.

Trotter elevó además los maridajes con vino hasta el punto en que el plato a menudo se diseñaba para acompañar la botella escogida, y no al revés. La hospitalidad también era clave para Trotter, preocupado siempre porque el ambiente de innovación y exigencia de su cocina no empañaran un servicio muy atento a sus clientes.

El primero de sus 14 libros de cocina, publicado en 1994, fue uno de los primeros con fotografías a toda página de sus exóticos platos, y se convirtió en toda una inspiración para futuros chefs. En 2002, su decisión de dejar de servir foie gras en su restaurante por razones éticas desató un debate entre chefs de todo el país e incluso un editorial en el diario The New York Times, que daba la razón a Trotter.

En enero de 2012, el cocinero anunció que cerraría su restaurante y aludió a su deseo de recorrer mundo con su esposa Rochelle y estudiar filosofía y teoría política. "Creo que estoy volviendo a mi juventud de alguna manera", señaló Trotter en una entrevista con una cadena local en febrero de 2012.

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