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El instructor asegura que ETA atacó la casa cuartel de Burgos para causar "el mayor número de víctimas"

La Fiscalía eleva a definitivas la petición de 3.498 años de cárcel para los etarras Zapirain, Pastor y Etxebarría por el atentado contra la casa cuartel de Burgos en 2009

Madrid

La primera jornada del juicio contra los tres etarras acusados de volar la casa cuartel de Burgos en 2009 se ha cerrado con la Fiscalía elevando a definitivas su petición de 3.498 años de cárcel y con el instructor afirmando que los acusados buscaron causar "el mayor número de víctimas". Los testigos han descrito la escena como "devastadora" y han comparado la casa cuartel con una "zona de guerra" mientras que los tres etarras se han negado a declarar.

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Finaliza la primera jornada del juicio por el atentado contra la casa cuartel de Burgos, y a falta tan sólo de los alegatos finales de las partes, la Fiscalía ha hecho definitiva su petición de prisión: un total de 3.498 años de cárcel para Iñigo Zapirain, Daniel Pastor y Beatriz Etxebarria. Ninguno de los tres miembros del 'comando Otazua' han querido contestar, ni siquiera a las preguntas de su abogado, y durante esta primera jornada de juicio sólo se han levantado del banco de madera de la cristalera para manifestar por turnos que "no vamos a participar en este juicio".

Quienes sí han prestado testimonio en la Audiencia ante el juez Alfonso Guevara han sido los peritos y los investigadores implicados en la investigación del atentado. Algunos testigos han definido la escena como "devastadora" y han señalado que, tras la explosión, la casa cuartel parecía "una zona de guerra". En ese sentido se han pronunciado también algunos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado presentes tanto en el atentado como en la posterior investigación, afirmando de forma tajante que la furgoneta con 700 kilos de explosivo "iba a causar claramente el mayor número de víctimas, iba dirigida claramente a las viviendas". Han puntualizado los expertos policiales que la detonación dejó un cráter "de unos seis metros de diámetro y 1.80 metros de profundidad, la fuerza de la explosión llegó a 600 metros y un bloque de motor llegó a 250 metros".

"No quedaba casa"

Un cuartel donde, según el instructor del atestado policial, había "unas 90 familias, matrimonios y niños". Varias víctimas han declarado ante el juez, con uno de ellos contestando a preguntas de la fiscal sobre cómo quedó su casa: "No quedaba casa". En el juicio también han participado varios forenses que trataron a las víctimas, y han descrito las secuelas psicológicas que el atentado tuvo para los afectados: "Algunos tuvieron síndromes de estrés post traumático y agorafobia que no han evolucionado bien y les impide hacer una vida diaria normal y les incapacitaron para seguir ejerciendo su profesión".

La Fiscalía eleva a definitivas su petición

Al término de la jornada, la representante del Ministerio Público ha hecho definitiva su petición de 3.498 años de cárcel para los tres etarras, acusándoles de 145 intentos de asesinato además de otro de estragos terroristas. La misma condena que solicita la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) e inferior a la solicitada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

 
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