Rajoy sólo admitiría una reforma de la Constitución con consenso muy amplio

El Congreso de los Diputados celebra este viernes el trigésimo quinto aniversario de la aprobación en referéndum de la Constitución 1978 con un acto institucional al que han sido invitados todos los poderes del Estado y en el que vuelven a ausentarse los nacionalistas de CiU, PNV y BNG y los independentistas de Amaiur y ERC. Mariano Rajoy ha asegurado este viernes a su llegada al acto conmemorativo que la Constitución está en pleno vigor aunque ha admitido que podría reformarse con un consenso amplio. Por su parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en la importancia de reformar la Constitución y ha emplazado al presidente a sentarse a hablar con todos los partidos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este viernes que la Constitución está en pleno vigor, aunque ha admitido que se puede reformar pero siempre que se haga con consenso muy amplio y sirva para unir más españoles en torno a ella y no para generar división.

Rajoy ha expresado esas condiciones para reformar la Constitución en declaraciones realizadas a su llegada al Congreso para asistir al acto conmemorativo del 35 aniversario del texto constitucional. El jefe del Ejecutivo ha destacado que la Constitución ha sido el marco en el que ha ido progresando el bienestar de todos los españoles.

Por su parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en la importancia de reformar la Constitución y ha emplazado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a sentarse a hablar con todos los grupos para comprobar si hay consenso sobre esta necesidad antes de oponerse tajantemente a revisarla. Rubalcaba ha considerado que los 35 años de vigencia de la Carta Magna no son un tiempo más que suficiente como para poder constatar su utilidad en estas décadas, pero también la necesidad de emprender algunos cambios.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha pedido que cualquier intento de reforma se haga "con extraordinaria cautela y gran sentido de la responsabilidad" y cuente con un consenso similar al de 1978. Posada ha defendido la vigencia constitucional y ha fijado el marco para las posibles propuestas de reforma.

La Cámara Baja vuelve a recuperar la celebración de este acto en sus dependencias después de que en la pasada edición las obras que tenían lugar en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo y que concluyeron a finales del pasado mes de noviembre, obligaran a trasladar esa 'fiesta' al Senado.

Al evento, que está presidido por los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, respectivamente, han acudido, como es tradición, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y buena parte de su Gabinete de Ministros, así como el líder del primer partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

También están invitados a esta cita anual otras autoridades del Estado, incluyendo los presidentes del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, así como los gobiernos autonómicos, con la ausencia de los presidentes de Cataluña, País Vasco o Andalucía.

Quienes sí han participado en este homenaje a la Constitución son los portavoces parlamentarios de los dos grupos mayoritarios, Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez, respectivamente, así como representantes de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), liderados por Rosa Díez, y de Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Posada y García Escudero han convocado igualmente a los expresidentes del Congreso, a los que quieren ofrecer un almuerzo posterior. No podrá acercarse el ahora embajador de España en Reino Unido, Federico Trillo.

Como viene siendo habitual, los presidentes del Congreso y del Senado han recibido a los invitados desde las 11:40 horas en la entrada del Palacio de la Carrera de San Jerónimo y, a continuación, se han dirigido al Salón de Pasos Perdidos, donde Posada ha leído un discurso.

Los ausentes

La Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) ha estado representado por la diputada de IU por Madrid Ascensión de las Heras, que se ha acercado al Congreso pero no para sumarse a la recepción institucional, sino para denunciar ante los periodistas la Carta Magna no se cumple, como ya hizo en el Senado en la pasada edición el presidente del grupo, Cayo Lara.

Y, siguiendo con su propia tradición, ni el PNV ni el BNG se han sumado a esta cita, como tampoco la coalición abertzale Amaiur, de ERC o de otras formaciones del Grupo Mixto, como Compromís-Equo o Geroa Bai, que tampoco estuvieron presentes en la recepción del año pasado.

Habitualmente los nacionalistas catalanes enviaban a este evento a su representante en la Mesa del Congreso, el Senado o al delegado de la Generalitat en Madrid, pero ya el año pasado declinaron su asistencia y este año repetirán ausencia. En el ambiente, además de la tensión que arrastran Gobierno y Cataluña a propósito del desafío soberanista que auspicia Artur Mas, está el inminente anuncio de la fecha y la pregunta que CiU está negociando con ERC e ICV para un hipotético referéndum en esa comunidad.

Pero también hay otros asuntos candentes que es más que previsible que se traten en los habituales corrillos que se montan tras la recepción institucional, entre otros la futura Ley de Seguridad, la polémica en torno a las concertinas en Ceuta y Melilla, los escándalos en la Agencia Tributaria, la conocida como 'Ley Wert', las facturas irregulares en UGT, las elecciones europeas o incluso las primarias en el PSOE.

Este año el Día de la Constitución coincide con la convocatoria de una concentración organizada por la Fundación DENAES en Madrid en defensa de las víctimas del terrorismo tras la decisión del Tribunal de Estrasburgo de echar por tierra la 'doctrina Parot', un acto al que el PP ha confirmado que no acudirá pero sí UPyD.

Puertas abiertas

Los actos conmemorativos del 35 aniversario de la Constitución comenzaron este martes y miércoles, con las Jornadas de Puertas Abiertas en la que en esta ocasión han sido un total de 12.703 personas las que se han acercado al Congreso para visitar sus estancias más representativas, la menor cifra de los últimos cinco años. Un descenso en la afluencia de público que el propio presidente del Congreso, Jesús Posada, achaca a que este año la institución no ha hecho ningún tipo de publicidad a la celebración de estas jornadas.