Letta, el líder que tuvo que capear a la derecha e izquierda italianas
Enrico Letta, vicesecretario del Partido Democrático, ha anunciado que dimitirá este viernes como primer ministro de Italia
Tras diez meses al frente del Gobierno italiano y haber capeado tanto a la derecha como a la izquierda política, a Enrico Letta le quedaba una última batalla, la de su propio partido, que este jueves ha votado a favor de un cambio en el Gobierno de Italia que no esté liderado por él. Así, ante la presión de su propio partido y de su líder, Matteo Renzi, Enrico Letta presentará este viernes su dimisión.
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Nacido el 20 de agosto de 1966 en Pisa (Italia), Letta completó su licenciatura en Ciencias Políticas, especializado en Política Internacional, en la Universidad de esa ciudad y se especializó en Derecho Comunitario en la Scuola Superiore Sant'Anna de la misma. Dedicado a la política desde muy joven fue miembro de la Democracia Cristiana italiana y presidió la Unión de Jóvenes Demócratas Europeos entre 1991 y 1995, cuando contaba 25 años de edad.
Posteriormente militó en el Partido Popular Italiano y fue secretario adjunto del Partido Popular Europeo de enero de 1997 a noviembre de 1998. Su gran salto político llegó con su elección como ministro de Asuntos Europeos en el primer gobierno de centroizquierda de Massimo D'Alema entre noviembre de 1998 y diciembre de 1999, y se convirtió en el ministro más joven de la historia de la república italiana.
En el segundo gobierno de D'Alema fue nombrado en abril de 2000 ministro de Industria, Comercio y Artesanía, cargo que ocupó hasta mayo de 2001. Ganó un escaño en la Cámara de Diputados por el Piamonte en las elecciones celebradas en 2001 y en 2004 fue elegido miembro del Parlamento Europeo. En Estrasburgo perteneció al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios y entre 2004 y 2006 fue uno de los miembros de la Delegación para las relaciones con los países del Magreb y la Unión Árabe del Magreb (UAM).
Volvió a la política italiana en 2006 tras ganar un escaño como diputado nacional en la región de Lombardía y aceptar el nombramiento de secretario del Consejo de Ministros por el nuevo primer ministro, Romano Prodi. En 2009 se convirtió en vicesecretario general del Partido Democrático creado ese año para aglutinar al centro izquierda italiano en una sola formación política.
En las elecciones celebradas en febrero de 2013 fue reelegido diputado y el 25 de abril de ese año el presidente italiano, Giorgio Napolitano, le encargó la formación de un nuevo gobierno, después de que el líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, fuera incapaz de formarlo.
Sobrino de Gianni Letta, uno de los hombres de confianza del líder del centroderecha italiano, Silvio Berlusconi, dos días después del encargo recibido consiguió formar un gobierno de unidad. Entre los 21 nuevos ministros destacaron los nombres de la titular de Exteriores, la excomisaria europea Emma Bonnino, el de Fabrizio Saccomani, director general del Banco de Italia, al frente de la cartera de Economía, y el de Angelino Alfano, considerado el delfín político de Silvio Berlusconi como vicepresidente y nuevo ministro del Interior.
Las dificultades que encontró Letta para formar gobierno siguieron durante los primeros meses de su mandato en forma de amenazas de Silvio Berlusconi, reconvertido ahora en senador, y con graves problemas con la justicia. El exprimer ministro, que había sido condenado a siete años de cárcel por el caso Ruby y sobre el que pesaba la posibilidad de ser inhabilitado como miembro del Senado, amenazó con hacer caer el gobierno de Letta si no le apoyaba.
La amenaza se hizo realidad el 28 de septiembre cuando Berlusconi forzó a los cinco ministros de su partido a presentar la dimisión en un intento de hacer caer a Letta y obligarle a convocar nuevas elecciones. La rebelión en el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL) encabezada por su delfín, Angelino Alfano, hizo posible que Letta salvara el órdago en forma de moción de confianza que el mismo había planteado en el Senado, donde no contaba con una mayoría suficiente.
La Cámara Baja italiana finalmente le dio su confianza con 235 votos a favor y 70 en contra, después de que Berlusconi diera marcha atrás y apoyase a Letta. El político pisano tuvo que hacer frente después a un contrincante más peligroso e instalado en su propia casa, el secretario general de su partido desde el mes de diciembre, Matteo Renzi, alcalde de Florencia.
El ambicioso Renzi, como se definió a sí mismo, no ha tenido reparos en pactar una ley electoral con Silvio Berlusconi y pidió la formación de un nuevo Gobierno tan sólo un día después de que Letta presentase su plan 'Compromiso Italia 2014'.