Blesa acusa a Silva de hacerle sufrir en lo "personal y profesional"

Las palabras del expresidente de Caja Madrid han molestado a los preferentitas que asistían al juicio como público. El presidente de la Sala ha multado a una mujer por alterar el orden al grito de "Más daño han sufrido los demás"

La declaración más esperada del juicio, la del expresidente de caja Madrid, Miguel Blesa en calidad de testigo contra el juez que le encarceló, ha transcurrido con momentos de tensión y continuas interrupciones. A las de Elpidio Silva, se han sumado los asistentes del público, afectados por las preferentes.

En el interrogatorio del fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, ha preguntado a Blesa por cómo tuvo conocimiento de su imputación desde el juzgado número 9 de Madrid en diciembre de 2012 y cómo supo que estaba siendo investigado. El exbanquero ha asegurado que fue la Policía Municipal quién le llevó las notificaciones y no su procurador. El fiscal, responsable de la querella a instancias de Blesa, ha preguntado por los motivos de la misma. "No se estaba actuando de manera imparcial" ha respondido. Y se corroboró "cuando después de salir de prisión el 17 de mayo, el representante de Manos Limpias dijo en televisión que volvería a prisión sin fianza. Se cumplió"

El expresidente de Caja Madrid ha acusado a Silva de haberle hecho sufrir "mucho" en su "vida personal y profesional" a él, a su familia y a su "prestigio, que lo tenía" ha dicho. Palabras que han provocado el revuelo de la Sala a quien los preferentitas han increpado con gritos de "más daño han sufrido los demás". El presidente, Arturo Beltrán, ha expulsado -por segunda vez- a un grupo sentado detrás del banco de Blesa, y ha multado a una mujer con 100 euros por alterar el orden. De fondo se ha escuchado al juez Silva: "Eso es lo que yo quería". Más adelante, pedía retirarse para "llorar" y el abogado Cándido Conde-Pumpido ha pedido retirar la multa "al preferentista" porque esta situación "no tiene nombre".

Silva ha recriminado al fiscal "guiar las preguntas a Blesa de manera torticera". En el relato de ida y vuelta a prisión el pasado mayo y junio de 2013, el exbanquero ha dicho que temía "lo que ocurrió, que estaba encerrando una trampa". Y ha aclarado que tuvo conocimietno de que sus comunicaciones estaban intervenidas por una providencia del juez notificando a las partes dicha diligencia.

Según dijo, tomó esta decisión pese a que el fiscal no había pedido cautelares y la acusación popular, ejercida por Manos Limpias, había solicitado una caución de tres millones. Finalmente, ese día ingresó en la cárcel con una fianza de 2,5 millones y, tras pagarla, quedó en libertad al día siguiente.

El 4 de junio, recibió una citación para acudir de nuevo al juzgado de Silva por "obstrucción a la Justicia". "Nos temíamos que iba a ocurrir lo que ocurrió,que estaba encerrando una trampa", ha dicho, para recordar que Silva adelantó en un medio de comunicación que volvería a enviarle a prisión y esta vez bajo fianza. Además, ha dicho tener conocimiento de que sus comunicaciones estaban intervenidas por un escrito del propio juez.

Silva, que ha intervenido e interrumpido los anteriores interrogatorios, no iba a hab¡cer menos con Blesa. En una primera intervención le ha llamado "mentiroso". Cuando Blesa le ha acusado de llegar al "paroxismo" al decir que se dedicaba a traficar con armas"junto con otros ilustres personajes", en alusión a José María Aznar. Silva negaba esas acusaciones con un revés "usted sabrá a que se dedica" ha espetado.

Blesa ha reconocido al fiscal que no descarta presentar medidas civiles contra Silva una vez se dicte sentencia. En el jucio su defensa pide 43 años de inhabilitación para Silva por delitos de prevaricación, dos contra la libertad individual y retardo en la administración de la justicia.

El expresidente de Caja Madrid ha llegado una hora antes al tribunal para evitar las cámaras y los abucheos habituales de los preferentistas. Estos habían sido apartados de la entrada y reubicados en otra calle, cercados por el cordón de seguridad que impedía que se acercaran.