El Supremo anula la jubilación millonaria del expresidente de la Mutua Madrileña

El Tribunal Supremo ha negado una jubilación de 13 millones de euros a José María Ramírez Pomatta, expresidente de la Mutua Madrileña, por entender que la obtuvo realizando un abuso de derecho. Los jueces consideran probado que dimitió de su cargo dos días antes de la junta general que iba a retirarle esta indemnización para poder cobrarla, solicitando en inicio una cantidad de 21 millones de euros.

La Mutua Madrileña no tendrá que pagar una jubilación millonaria a su expresidente, José María Ramírez Pomatta. Los jueces del Tribunal Supremo entienden que los 13 millones de euros que estableció la Audiencia Provincial de Madrid, fueron obtenidos de forma irregular, y le niega el derecho a percibir esta retribución.

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo se basa en la actuación del expresidente de la Mutua para dejar sin efecto esta jubilación millonaria cuando dejó el cargo que ostentaba desde 1995: bajo su mandato, el Consejo de Administración de la Mutua Madrileña modificó hasta en tres ocasiones el artículo 25 de sus estatutos sociales, relativo a las retribuciones económicas, de manera que finalmente pudo solicitar una pensión por jubilación que superaba los 20 millones de euros.

Alertados de este extremo por la comisión de auditoría, el Consejo decidió anular estas retribuciones, algo que debía votarse el 30 de mayo de 2008. Para poder cobrar la jubilación, Ramírez Pomatta, cumplidos los 65 años, dimitió como consejero dos días antes, indicando que "lamento este final, pero creo que es lo mejor para Mutua Madrileña".

Posteriormente fue la Audiencia Provincial de Madrid quien le reconoció el derecho a percibir una jubilación menor, de 13 millones de euros, algo que ahora anula el Tribunal Supremo. Los jueces del alto tribunal entienden que la obtuvo en abuso de derecho: "No se cuestiona que estaba en su derecho de dimitir del cargo de consejero, pero otra cosa es que por las circunstancias en que ejercitó este derecho y el propósito que le movía, ligado a las consecuencias negativas para la Mutua, pueda advertirse un abuso de derecho".

Declaran probado que Ramírez Pomatta maniobró para poder cobrar esa jubilación, dimitiendo dos días antes de la votación que se lo podría impedir; "La dimisión dos días antes de la junta general no sólo pone en evidencia que el propósito de tal renuncia al cargo fue tratar de devengar el derecho a la jubilación, al que no tendrá derecho si cesaba como consejero, sino que además constituye un abuso de derecho".