El barman Alfonso Rodríguez prepara el mejor 'gin-tonic' de España*

Para hacer un buen gin-tonic hay que cumplir seis requisitos básicos: (1) usar un recipiente ancho, como una copa de balón o un vaso de sidra. (2) Desechar el agua sobrante del hielo. (3) No usar más de 5 cl de ginebra, "para no romper el equilibrio". (4) Echar la tónica de forma suave, directamente sobre el vaso o apoyándola en el culo de una cucharilla. (5) Aromatizar con cítricos o botánicos pero utilizando la piel, que contiene los aceites esenciales. Nada de rodajas, zumo o pulpa. Y (6) "no remover el gin-tonic como si fuese un colacao". Alfonso Rodríguez ha interiorizado estas reglas hasta el punto de hacerse con el título MasterClass de Schweppes al mejor combinado de ginebra y tónica de España en 2014. Pero el carbónico no se le ha subido a la cabeza: "El mejor de los que nos hemos presentado, porque hay muchísimos bármanes que no van a concursos y son auténticos maestros".

La receta del cóctel con el que se ha llevado el premio, de todas formas, es algo más compleja: "Es un guiño al pasado joyero de Jacob Schweppes. He conseguido una lámpara de Aladino en la que hago una infusión de té con polvo de oro y hielo seco a -85 grados. El té-tonic hace tiempo que se inventó pero yo he intentado darle una vuelta usando el hielo seco, que suelta humo y hace que sea muy espectacular. Y por último, todo aromatizado con pomelo".

Alfonso Rodríguez, alias Jack, trabaja en el restaurante Boca Chica de Barcelona, "uno de los locales que más fuerte está pegando ahora mismo", según cuenta. "Cada vez es más difícil sorprender así que no se trata solo de mezclar una ginebra con una tónica. También hay que hacer pasar un buen rato a la gente y tener una historia que contar", explica.

El autor del mejor gin-tonic de España es de Narón, un pequeño pueblo coruñés, pero empezó "preparando mojitos en un local de Terrassa" y se considera autodidacta. "He aprendido gracias a los libros, a YouTube, visitando locales nacionales e internacionales y, sobre todo, con mucho esfuerzo", detalla.

Schweppes ha premiado también, en la categoría de long-drink, a Álvaro Fernández, del Jigger Cocktail Bar de Bilbao, por un cóctel que lleva "tónica Schweppes de pimienta roja, ron Habana 3, hojas de menta, zumo de lima, sirope casero de cerveza de trigo alemana, bitter de chocolate y aroma de limón verde, naranja y menta". Un combinado que, según su autor, es "muy sencillito pero muy fresco".

El encargado de entregar los premios ha sido Ignacio Silva, consejero delegado de Orangina Schweppes para España y Portugal: "Estamos encantados con la moda del gin-tonic, todo el mundo me lo pregunta, pero nosotros hemos ayudado apoyando a los nuevos bármanes y dotando de cierto glamour a todo este mundo, que también hace falta, porque un trago agradable con los amigos, por tres o cinco euros, es algo que la gente que se puede permitir. Igual no tanto como antes pero cuando la gente sale a tomar algo, quiere disfrutar".

Tras la celebración del concurso, celebrado este miércoles en Madrid, Silva ha explicado que el gran éxito del gin-tonic se ha debido, sobre todo, a la incorporación de la mujer. "Ahora está entrando gente joven, de menos de 30 años, y no nos lo esperábamos", ha añadido, "pero las modas son cíclicas". ¿Cuánto le queda a la del combinado de ginebra y tónica? "Al menos cuatro o cinco años", según Silva.

En España se consumen unos 150 millones de litros de tónica al año (el 70 % mezclada con una bebida alcohólica) y Schweppes, según su consejero delegado, controla el 60 % de la cuota de mercado, tanto en el sector de la alimentación como en el canal Horeca.

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