Mamá, quiero ser MasterChef Junior

Iván ha preparado un shirin polo (o arroz dulce) con "pistacho, zanahoria, naranja, cardamomo, almendra, azafrán y azúcar". Un plato que aprendió de su abuela, iraní. No muy lejos, Brandon da detalles de su Californian roll, con huevas de pez volador, atún rojo, aguacate, mayonesa y el logo de MasterChef dibujado con wasabi. Olivia ha preparado "piruletas de parmesano y lasaña", y Saúl, que ha venido con su padre desde Bajadoz, habla de las "natillas caramelizadas con crujientes de coco, bizcocho de zanahoria y espuma de jengibre" como si tal cosa. Todos ellos tienen entre 8 y 12 años. Bajitos que sueñan con participar en la segunda edición española de MasterChef Junior y que este miércoles se han presentado al castin celebrado en un hotel de Madrid.

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Esther González, la directora de casting del programa, explica que este año se han inscrito más de 5.000 niños y dice que, aunque el nivel general ha subido, hay de todo: "Algunos son, sobre todo, fans del programa. Otros hacen cosas increíbles, como la réplica de un plato de Martín Berasategui". También hay niños de 8 años que, según cuenta, "tienen que cocinar subidos a un taburete, porque no llegan ni a los fogones, pero que tienen un don".

Los niños y los padres saben a lo que han venido. Antes de entrar, mientras esperan frente al hotel, un cámara del equipo les pide que hagan la ola y les graba gritando: "¡Yo quiero ser MasterChef Junior!". Álvaro cuenta que, aunque "antes ya cocinaba", tras ver el programa prepara "de todo: postres, carnes, platos agridulces"...

Para el casting se ha traído una ensalada de cuscús con kefta y un chutney de mango. "Un plato de mi abuela", dice, "que es de Marbella pero vivió en Melilla y sabe recetas". Mar, su madre, le mira sonriente pero confiesa no saber nada de cocina: "Con 11 años ya tiene que empezar a tomar sus propias decisiones. A mí me parece bien que se haya apuntado porque, tanto si le eligen como si no, va a vivir una buena experiencia".

En eso mismo insiste Esther González momentos antes de poner en marcha el cronómetro: "Todos sois MasterChef por el solo hecho de haber llegado hasta aquí. Pero es como en las olimpiadas, no todos consiguen una medalla. En este caso daremos cucharas... ¡pero no quiero ni una lágrima, eh!".

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Según la responsable del casting, MasterChef Junior no busca "perfiles determinados" pero sí valoran a los que demuestran ser autónomos ("no solo pinches de sus padres"), a los que reconocen "buscar recetas en YouTube" o a los que piden como regalo de cumpleaños "comer en un restaurante con estrella Michelin".

Celia explica que su familia ha interrumpido las vacaciones en Cádiz para la prueba, a la que se ha presentado con un arroz negro acompañado de una lactonesa con ajo: "Es como un alioli pero con leche en vez de huevo para que no se estropee con el calor". Desde que vio MasterChef se toma la cocina "más en serio" y, aunque aún tiene 11 años, asegura que si no la cogen empezará a prepararse "para la edición de adultos".

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