Honorato (Top Chef): "Soy un cachondo"
Entrevista a Honorato Espinar, el concursante de la segunda edición de Top Chef, célebre por haber cogido (sin darse cuenta) un bote de alginato
Honorato Espinar no sabe por qué sus padres decidieron llamarle así ("se lo he preguntado alguna vez y no me han contestado"), pero pasará a la historia de la televisión española gracias a uno de los episodios más cómicos y surrealistas de los concursos de cocina. Carlos Medina, uno de sus compañeros en la segunda edición de Top Chef, buscaba desesperedamente el alginato, y resultó que Honorato lo tenía entre sus cosas: "¡Honorato, el alginato!". Después de esa rima consonante, nada ha vuelto a ser lo mismo. Él mismo reconoce haberse reído mucho (a posteriori), e incluso ha hecho camisetas conmemorativas. Pero, fuera de Top Chef, Honorato es el responsable gastronómico de la cadena hotelera Iberostar. Ahora reparte su tiempo entre los viajes de trabajo, la familia y los mensajes de sus fans.
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¿Qué necesidad tenías tú de meterte en Top Chef?
Buscaba un reto personal. Mi trabajo es un 75 % gestión y un 25 % cocina. Echaba de menos estas luchas, la superación de uno mismo.
¿Y cómo te ha ido?
¡Bien! Al que le gusta la montaña y se va de vacaciones al Aconcagua, intenta subir y a veces llega y a veces no. Esto, para mí, era lo mismo. Se trataba de ver hasta dónde podía llegar.
Te echaron a la primera de cambio y volviste a entrar con una especie de repesca. ¿Sería porque caíste muy simpático?
¡Yo no sabía nada! Me sorprendió tanto como a los demás y no sabía que me la estuviese jugando con otro. Me contaron que lo habían hecho para romper con la dinámica del año pasado, que era una especie de última prueba...
La zanahoria-calamar no te ha quedado muy allá...
El calamar no era como esperaba. Yo quería uno de bou, terso y muy blanco, de esos que cogen enseguida los pigmentos. Pero el que cogí, una vez escaldado, pasó de 15 a 7 centímetros, ¡y eso que lo escaldé poco! No había más remedio que seguir con la historia y en vez de una zanahoria me salió una especie de pimiento. Pero bueno, ¿qué podía hacer?
¡Y qué mala suerte tienes con la grosella!
Es que es un producto tan ácido que... ¡Maldita grosella! Ya tuve una mala experiencia con el menú cromático y voy y la vuelvo a coger. Lo he pasado bastante mal. ¡Me maldigo a mí mismo! Pero bueno, así son los concursos...
Hemos visto camisetas en las que pone: "Honorato... ¡el aginato!".
¿Qué quieres que te diga sobre eso? ¡No era consciente de la repercusión que tendría! Hice camisetas para los amigos y a cada concursante le he dado una.
Pero te habrás reído como nos hemos reído todos...
Al principio te sientes un poco cortado, pero con lo del alginato me eché unas carcajadas, claro. Y me preguntan: "Honorato, pa'qué cogiste el alginato?". Y yo sigo diciendo que no tengo ni idea. ¡Ni idea! Fue un cúmulo de circunstancias: que yo me llame Honorato, que el producto se llame alginato, que estuviera sangrando, que el otro señor lo pidiera...
¿No se te ha pasado por la cabeza que un guionista te escondiera el alginato entre tus cosas con cierta mala idea?
Lo he pensado, no creas que no lo he hecho. ¿Me lo habrá puesto alguien? No sé para qué lo cogí, habría que volver toda la cinta... ¡Pero no puede ser! El guionista no me pincha la vena cuando estoy rallando el tomate, y que justo en ese momento Carlos me pidiera el alginato... ¡No creo! ¡Fue pura casualidad!
¿Mantienes una relación especial con Carlos? Lo cierto es que él ha criticado bastante tu trabajo en la cocina...
El grupo no era santo de su devoción y tanta crítica y tanto ir a por mí, sinceramente, ha hecho que me replantee el hecho de mantener una amistad con él. Yo creo que se pasó, pero bueno, cada uno sabe qué quiere en la vida.
¿Ahora sueles cocinar con alginato?
Lo he utilizado, sí. En algún gastroshow he hecho guiños a las pruebas del programa. Quiero estar al día.
La semana pasada se te vio en San Sebastián Gastronomika con un bote de alginato...
[Risas]. Pasaba por ahí y me dijeron: "¡Honorato, que tenemos alginato!". Les pregunté si me lo regalaban... y justo me cazaron.
Honorato, ¡tú en el fondo eres un cachondo!
En el trabajo soy como El halcón, de Silvester Stallone. En las cocinas soy una persona seria, ¡vivo por el trabajo! Pero en cuanto salgo soy el tío más cachondo que te puedes echar a la cara. Hay que separar la vida privada de la profesional. Pero sí: soy un cachondo.
¿Cuál ha sido tu peor momento en Top chef?
La prueba de equipo de la semana pasada. Rebeca no me acompañó mucho. Yo, como pinche, intenté estar callado y sumar más que restar, pero ella restaba cada vez más. Ha sido el único momento en el que lo he pasado verdaderamente mal. Tanto que luego no quise ni verlo...
¿Y el mejor?
¡El de la barbacoa! Cuando me puse a bailar country...
¿Quién quieres que gane Top Chef?
Se lo merecen Víctor, Fran, David, Marc e Inés. Cualquiera de ellos me viene bien.
¿Volverías a concursar en Top Chef?
Tendría que pensármelo... pero yo creo que no porque ha sido el reto más difícil de mi mi vida, ¡y mira que he hecho cosas!
¿Cómo llevas lo de Twitter?
Intento dormir un poco menos para responder a mis fans, pero es complicado. Cuando puedo contesto y cuando no puedo, no contesto. ¡También tengo que trabajar y estar con la familia!
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Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...