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TARJETAS FANTASMA

Un fondo común de un millón de euros anuales nutría las tarjetas de los exconsejeros 'plata' de Caja Madrid

Las tarjetas 'plata' de los miembros del consejo de administración, la comisión de control y el representante de la asamblea de Madrid dependían de un 'bote' mensual de 93.600 euros con límites de entre 2.500 a 3.000 euros por tarjeta que tributaban irregularmente a Hacienda

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

La situación de este grupo era distinta a la de los consejeros ejecutivos como Blesa o Rato que tenían la tarjeta fantasma oro. Sus gastos en negro carecían de límite y eran cargados a una cuenta errónea indetectable para escapar a cualquier control de la Agencia Tributaria.

En el caso de las tarjetas fantasma de Caja Madrid había dos grupos diferenciados. Los consejeros con la visa 'Business Plata' y los que disponían de la 'Business Oro'. Por las primeras, Caja Madrid tributaba aunque "de forma irregular y mediante el engaño", según fuentes jurídicas consultadas por la SER, y por las segundas no había control alguno.

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Hoy, la Cadena SER les ofrece documentos inéditos sobre las visas 'plata' de Caja Madrid. Se trata de la tarjeta de uno de los exconsejeros, quien ha preferido permanecer en el anonimato, y el contrato que firmó para su apertura en 2003.

Los miembros de este club 'plata' de las tarjetas de Caja Madrid eran en 2003 los 20 representantes del consejo de administración, los 11 de la comisión de control, y 1 consejero nombrado por la Asamblea de Madrid. El número fue variando con los años.

El límite de sus tarjetas oscilaba entre los 2.500 euros y los 3.000 al mes, y estaban vinculadas a una cuenta común con un 'bote' de 93.600 euros mensuales. Es decir, 1.123.200 euros al año a su disposición que figuraban en la cuenta "gastos de órganos de Gobierno".

Según las fuentes consultadas, Caja Madrid tributaba esta cuenta común como gastos de representación, pero en realidad se trataba de sobresueldos, tal y como han admitido varios de los exconsejeros y revela el desglose de sus tarjetas, por lo que fueron los titulares de las tarjetas quienes tendrían que haber declarado los gastos como rentas, con el oportuno certificado de retenciones de la entidad crediticia.

Hacienda detectó durante varios ejercicios, al menos hasta 2007, que muchos de esos importes no podían ser deducidos por Caja Madrid como gastos de representación en el impuesto de sociedades porque eran injustificables, y sancionó a la entidad por ello. Pero nunca se llegó a la raíz del problema, según las mismas fuentes: El análisis jamás evidenció que lo que se estaba evaluando eran en realidad sobresueldos a los consejeros y no gastos de representación. Caja Madrid mantuvo el sistema a pesar de las sanciones.

El contrato que hoy desvela la Cadena SER también contradice las aseveraciones de varios exconsejeros respecto a que no podían sacar dinero en efectivo con sus tarjetas plata. El documento, un contrato tipo según las mismas fuentes, revela que podían realizar reintegros en el cajero. De hecho, el desglose de sus plásticos ha revelado que muchos extrajeron cantidades importantes en efectivo que jamás justificaron a la entidad porque Caja Madrid no lo requería.

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

Tarjeta de uno de los exconsejeros de Caja Madrid.

Los consejeros oro

En un nivel superior al de estos consejeros se encontraban los 21 miembros de la comisión ejecutiva de Caja Madrid y los directivos. Disfrutaban de la fantasma oro, y al contrario que el resto, también tenían una tarjeta de empresa de gastos de representación. Son los que la Fiscalía y el juez Fernando Andreu consideran como principales responsables del operativo supuestamente fraudulento, y en ese grupo se encuentran entre otros Rodrigo Rato, Miguel Blesa, o Ildefonso Sánchez Barcoj.

Todos estos disponían de la visa 'Business Oro' que carecía de límite de gasto y con el que se podían sacar en efectivo 600 ó 1.000 euros diarios, dependiendo de la época. Todos sus gastos escapaban al control de la Agencia Tributaria y nadie, salvo los ciudadanos con el rescate, pagó jamás por ellos. Y ello fue debido a que Caja Madrid cargaba sus gastos a una cuenta de fallos informáticos. A un error o cuenta de quebrantos que pasó desapercibida a los ojos de Hacienda.

El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, tomará declaración esta tarde como imputados a Barcoj, Blesa y Rato. Anticorrupción cree que los hechos pueden ser considerados como delitos de apropiación indebida y societarios como la administración desleal. No se descarta el fraude fiscal imputable a la Fundación Caja Madrid, sucesora de la entidad emisora de las tarjetas.

Según la información revelada por la propia Bankia, un total de 86 exconsejeros de Caja Madrid gastaron de forma fraudulenta 15.5 millones de euros en el periodo 2003-2012. Casi la mitad del fraude correspondió a los consejeros 'oro', a pesar de que solo representaban una cuarta parte de los cargos con tarjeta fantasma.

 
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