Toque de atención en Austria
La victoria del que fuera líder de Los Verdes, Alexander Van der Bellen, es innegable, como también lo es que las elecciones han sido un toque de atención importante de una sociedad dividida sobre cómo afrontar el futuro
Paco Bernal: "El modelo tradicional que lleva gobernando en Austria, el bipartidismo de centro-izquierda y centro-derecha parece que ha dejado de funcionar". / VICTORIA GARCÍA
Viena
Han sido 300.000 votos de diferencia entre un candidato, el ganador Alexander Van der Bellen y el perdedor,Norbert Hofer, pero 300.000 votos en una población de 8.300.000 habitantes tampoco es suficiente para inclinar la balanza y dejar claro hacia dónde se inclinan los austriacos. Paco Bernal, fotógrafo español asentado en Austria desde hace más de una década y totalmente integrado en esta sociedad nos ofrece un análisis muy esclarecedor: "El modelo tradicional que lleva gobernando en Austria, el bipartidismo de centro-izquierda y centro-derecha parece que ha dejado de funcionar. Solo tienes que ver los resultados de estas elecciones, en las que para la segunda vuelta de las presidenciales no ha pasado el candidato de ninguno de los dos partidos que gobiernan en coalición de gobierno. Es el mismo modelo que está operativo desde hace 70 años y ha demostrado que está exhausto. Por eso los dos candidatos que han quedado para esta segunda vuelta han sido los extremos. El extremo de la derecha el de la izquierda".
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El razonamiento de Bernal nos lo explicaba también Erich Hackl, un famoso escritor austriaco a punto de sacar su nueva novela que habla sobre su madre. "Vivimos acomodados en un estado de bienestar que a veces nos termina ahogando porque no nos deja reaccionar. Cuando se produjo la avalancha de refugiados el pasado año, aquí en las inmediaciones de la Estación Central de Viena en la que nos encontramos, hacinaron a centenares de ellos y éramos ciudadanos privados y unas pocas ONG no oficiales la que nos encargábamos de traerles comida, ropa, alimento, medicinas... Llega un momento en que nuestra burocracia nos ha aplastado antes de ponernos en marcha".
Todos son argumentos que explicarían por qué para la elección de presidente hay una primera votación en la que participan todos los candidatos y solo dos pasan a lo que es la segunda vuelta. En esta, Norbert Hofer y Alexander Van der Bellen, uno del partido ultra FPÖ y el otro de Los Verdes, aunque se ha presentado como independiente.
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Una participación superior al 74%, un porcentaje que no vemos en España en unas elecciones desde hace décadas, pero aquí han entendido que debían intervenir si querían controlar lo que iba a ser su futuro. Un futuro con una cara visible de un político de extrema derecha, con pocas atribuciones pero con un atrio desde el que lanzar doctrina para que su partido pudiera posicionarse en un buen lugar ante las próximas elecciones, que de haber salido elegido, probablemente se hubieran adelantado.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...