El número dos de Interior no piensa dimitir por su reunión con el hermano de González

Madrid

Ni se arrepiente ni piensa que pueda llegar a ser imputado. Así de tajante se ha mostrado el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, a su llegada al Congreso antes de comparecer en la comisión de Interior que se está celebrando esta tarde en medio de la tormenta por el caso Lezo.

A preguntas de los periodistas el secretario de Estado de Seguridad que está en el punto de mira de toda la oposición por haberse reunido en su despacho con el hermano de Ignacio González, Pablo González en prisión también por el caso Lezo , ha asegurado que no se ha planteado la posibilidad de dimitir porque no tiene nada de lo que arrepentirse y porque sigue manteniendo la confianza de su jefe.

Nieto cree además que no va a ser imputado. A las puertas de la sala donde se ha celebrado la comisión de Interior ha asegurado que está muy tranquilo por lo que se habló en ese encuentro que se celebró en su despacho en el ministerio del Interior, en Castellana 5 en Madrid.

Nieto ha insistido en que durante el encuentro que se celebró con González no hablaron sobre la operación Lezo. En más de una ocasión el secretario de Estado de Seguridad ha mantenido que no conocía que se iba a desarrollar la operación Lezo por lo que resulta imposible que hubiese alertado al hermano de González la operación. Sin embargo esta versión oficial queda en el aire tras la llamada que hizó Pablo González, directivo de Mercasa, a la salida del ministerio. LLamó a alguien por teléfono y le dijo: "El encuentro ha sido interesante pero no te lo puedo contar por teléfono".

El secretario de Estado de Seguridad ha vuelto a reiterar que el ministro Zoido tiene el cargo de secretario de Estado de Seguridad a su disposición desde el mismo día que llegó. Jose Antonio Nieto ha llegado al Congreso respaldado además por la Fiscalía General del Estado que después de la acusación de ayer de Anticorrupción ha negado que quiera imputarle.