La connivencia entre un sacerdote y un médico y otras claves de la primera sentencia de bebés robados
Fue un sacerdote el que puso en contacto al doctor Vela y a los padres de Inés Madrigal
Achacan al silencio de Vela el hecho de que Madrigal no sepa quién es su madre biológica
Madrid
La primera sentencia de la historia de España en torno al robo de bebés declara probado que Inés Madrigal es una niña robada, pero también que no se puede condenar al doctor Vela por haber prescrito los delitos de los que estaba acusado. Repasamos las claves de una sentencia llamada a marcar el camino de miles de denuncias de robo de niños.
Más información
Iglesia y médico
La sentencia declara probado en su relato de hechos que fue un sacerdote jesuita ahora ya fallecido, Félix Sánchez, el que puso en contacto a la familia de Inés Pérez con el doctor Vela. "Un sacerdote amigo común del acusado y el matrimonio transmitió a Eduardo Vela el deseo del matrimonio de ser padres", poniéndose el médico en contacto con ellos poco después. Durante el proceso, la madre de Madrigal - que confesó haber obtenido a la niña de manos de Vela - afirmó que su relación con el religioso venía de su etapa como voluntaria en su congregación.
Es una niña robada
Inés Elena Madrigal Pérez es una niña robada, y el autor del robo es Eduardo Vela Vela. La sentencia absuelve al facultativo pero declara probado que sustrajo a la niña y se la entregó a otra familia: "Puede deducirse sin esfuerzo que fue el acusado quien hizo entrega del recién nacido y que se realizó fuera de los cauces legales, simulando la existencia de un parto que no se había producido, y estableciendo una filiación falaz", dice la sentencia. Más adelante, añade que "resulta diáfano que la entrega realizada se hizo omitiendo de forma deliberada la normativa vigente" y que, por tanto, tampoco fue una adopción: fue un robo.
Vela... y más gente
Eduardo Vela, director en ese momento del sanatorio San Ramón de Madrid, fue el muñidor de esta entrega pero no fue ni mucho menos el único que hizo que fuese posible. "Resulta evidente que fue necesario el concurso de más personas para consumar la acción" aunque Vela fuese el único en sentarse en el banquillo "sin perjuicio de las demás personas que necesariamente hubieron de tomar parte en los hechos". Cita, entre otros, a la familia que se quedó con Madrigal, ya fallecidos los dos.
Desgarro y retroactividad
Las magistradas María Luisa Aparicio, Ángela Acevedo y Teresa García absuelven a Vela aunque le declaran culpable y dejan por escrito sus impresiones sobre el robo de bebés y lo que supone para un denunciante dudar de su verdadera identidad: "La sala es consciente del desgarro que las conductas enjuiciadas ocasionan a las víctimas de los mismos", dicen, y aunque los tribunales internacionales hayan decretado la imprescriptibilidad de los delitos contra la humanidad "tiene una aplicación de futuro y no es procedente otorgarle una interpretación retroactiva".
La cámara oculta
La sentencia lanza un dardo hacia la cámara oculta que hicieron dos periodistas francesas en el despacho de Vela, en el que aseguraban que el facultativo reconocía haber entregado a la pequeña en 1969 pero negando que lo hiciese a cambio de dinero. "No queda claro que el acusado realizara tal afirmación, sino que más bien resumía la afirmación contenida en la pregunta formulada por la periodista", dicen las juezas después de examinar la grabación.
La identidad de Inés
La calificación jurídica de los hechos reconoce que es una bebé robada en 1969 y que "hasta la fecha no ha sido posible averiguar la identidad de los padres biológicos de Inés Elena Madrigal Pérez". El silencio del doctor Vela afirmando que no recuerda nada de los hechos, añaden, es el principal impedimento para que la denunciante conozca quién es su familia biológica: "No puede afirmarse la existencia de consentimiento, impidiendo además el acusado, con su constante negativa de los hechos, el hallazgo de cualquier dato sobre la auténtica filiación.
De hecho, la Audiencia Provincial pone esta resolución en conocimiento del Registro Civil para que tenga constancia de la falsedad de la identidad de Madrigal: "La sala considera procedente la remisión de dicho testimonio según lo solicitado al Registro Civil, para su debida constancia", dice la sentencia.
El careo
La resolución deja claro que el silencio y la desmemoria del doctor Vela no han conseguido combatir las pruebas que le hacen responsable del robo de Inés Madrigal hace casi medio siglo: por un lado, el certificado de parto manifiestamente falso, y por otro el careo que Vela mantuvo con Inés Pérez a finales de 2013 en los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid. "Supone el fundamento principal de la imputación" de Vela.