El exministro Miguel Sebastián se persona en el espionaje del BBVA
Sebastián se persona como acusación en el juzgado número 6 de la Audiencia Nacional por las "escuchas y seguimientos continuados" sufridos para "torcer su voluntad" en beneficio del expresidente del BBVA, Francisco González. El exministro lamenta la falta de explicaciones del banco y que los supuestos responsables del espionaje sigan ostentando cargos de responsabilidad
Madrid
El exministro Miguel Sebastián ha formalizado este lunes su personación como acusación particular en la pieza 9 del caso Villarejo, que investiga en la Audiencia Nacional el supuesto espionaje del BBVA en 2004.
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Sebastián dice que se quebró su derecho a la intimidad al intervenir la línea telefónica privada y la oficial de la secretaría de Estado que ocupaba en aquellas fechas. Al mismo tiempo, fue objeto de “seguimientos y vigilancias continuadas” por parte del equipo del comisario Villarejo, y se llegó a construir “un falso relato de su persona con el propósito de desacreditarle” ante los demás e intentar “torcer” su voluntad, para “cumplir con los objetivos económicos” del entonces presidente del BBVA, Francisco González.
En su escrito, Sebastián afirma que de confirmarse los hechos nos encontraríamos ante el “mayor escándalo de corrupción corporativa de la historia de la democracia” española.
También censura la actitud de la antigua y la actual dirección del BBVA, que a pesar del tiempo transcurrido desde que se han conocido los hechos “no se ha disculpado públicamente” ni se ha dirigido al exministro para ofrecerle explicaciones.
Sebastián también critica que no hayan sido apartadas, siquiera “de forma cautelar” las personas supuestamente implicadas y que todavía desempeñan “ciertas tareas de representación institucional” en el BBVA, en clara alusión al aún presidente de honor de la fundación del banco, Francisco González.
El exministro destaca además que el operativo de espionaje, por el que el BBVA pagó a Villarejo un mínimo de 500.000 euros (que se elevan a algo más de 5 millones por otros servicios similares entre 2012 y 2017), fue abonado "con recursos del BBVA en perjuicio de los accionistas minoritarios", con el objetivo de reforzar las "posiciones internas de poder" del entonces equipo dirigente del banco.
El juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que dirige el magistrado Manuel García Castellón, investiga esta supuesta operación de espionaje impulsada por el expresidente del BBVA, Francisco González.
Con el objetivo de abortar la toma de poder en la entidad por parte fundamentalmente de Sacyr, González contrató al equipo del comisario Villarejo, que controló el registro de llamadas de cerca de 4.000 terminales telefónicos durante tres meses en 2004.
Entre ellos centenares de periodistas, empresarios, altos cargos del Gobierno de Zapatero como la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega o los principales responsables de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, así como el del entonces director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato.
Según las grabaciones que han podido escucharse en el portal Moncloa.com, Villarejo también intentó sobornar, sin éxito, a un cubano para que inventase una relación sentimental con el exministro Sebastián con el objetivo de desacreditarle y extorsionarle.