Sainetes y botifarradas: las claves de las declaraciones de Cuixart y Forcadell
El presidente de Òmnium ha reconocido que priorizaron los "derechos fundamentales" a las órdenes del Constitucional
Carme Forcadell también ha reconocido que condicionaron la obediencia al Constitucional a los derechos parlamentarios
El periodista de la SER Alberto Pozas resume el último día de declaración de los imputados / Cadena SER
Madrid
La séptima jornada del juicio al procés ha visto terminar las declaraciones de los doce imputados con Jordi Cuixart y Carme Forcadell, para quienes la Fiscalía pide 17 años de prisión por el mismo delito de rebelión. La Declaración Unilateral de Independencia, el referéndum ilegal y los altercados del 20-S y el 1-O han protagonizado sus respectivas declaraciones.
El sainete de la DUI
Que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) firmada el 27 de octubre no tuvo efectos jurídicos es algo que genera consenso entre los acusados, y hoy ha sido Forcadell la que ha repetido que fue "una declaración política sin efectos jurídicos". Ha sido entonces cuando la fiscal, Consuelo Madrigal, ha pedido explicaciones adicionales: "¿A qué se refiere, a que era de mentira, de broma, teatro, sainete, farsa, a qué se refiere?". El juez Manuel Marchena ha cortado el enganchón pidiendo "evitar el debate".
Obediencia condicionada al Constitucional
Para la Fiscalía, cada uno de los dos acusados representan un pilar fundamental del procés y cada uno ha explicado, desde su posición en 2017, por qué no obedecieron sin matices al Tribunal Constitucional cuando ordenó no seguir adelante con el desafío soberanista y el referéndum. "Ante la disyuntiva entre la suspensión del Constitucional o el ejercicio de derechos fundamentales, que nadie tenga duda: Òmnium va a ejercer derechos fundamentales", ha dicho Jordi Cuixart sobre el referéndum del 1-O.
Forcadell ha explicado que, como presidenta del Parlament, recibió varios requerimientos del tribunal de garantías pero, para ella,había que valorar "bienes superiores". Forcadell ha dicho que "el Constitucional nos estaba pidiendo una cosa que es imposible. ¿Cómo puede convertirse la Mesa de un Parlament en un órgano censor que decida de lo que se puede hablar y lo que no se puede hablar?".
Cuatro veces nunca
Jordi Cuixart se sienta en el banquillo acusado de rebelión por, supuestamente, haber promovido la violencia callejera desde su liderato de Òmnium Cultural para favorecer el procés soberanista. El líder independentista encarcelado ha afirmado que "nunca, nunca, nunca, nunca vamos a entender que la violencia es un instrumento para comunicarnos con el Estado", negando que el 20 de septiembre se impidiesen los registros de la operación Anubis y que el 1-O existiese una violencia ciudadana contra Policía Nacional y Guardia Civil.
Desvinculados del Govern
Tanto Jordi Cuixart como Carme Forcadell han intentado dejar clara una cosa desde el principio de su declaración: ellos no formaban parte del Govern y no se les puede responsabilizar de ninguna de sus iniciativas. "Yo no soy político", ha dicho el líder de Òmnium Cultural cuando ha sido preguntado por ese aspecto. "Yo soy un preso político, no soy un político preso. Yo no tengo un conocimiento en profundidad de las leyes, yo no participo en el día a día de la vida parlamentaria", ha dicho al principio.
Forcadell también ha querido dejar claro desde el principio que ella era presidenta del Parlament y miembro de JxSí como candidata independiente. "No tuve nada que ver ni con el programa electoral ni con el partido político", ha dicho.
Salir de prisión
Jordi Cuixart ha sido también el primer imputado en este juicio en renegar casi por completo de lo que dijo en fase de instrucción ante el juez Llarena: "Mis declaraciones delante del juez instructor estaban vinculadas a una voluntad de salir de la prisión al precio que fuera. Esta ya no es mi prioridad. Soy un preso político, después de 500 días mi prioridad es poder denunciar el ataque a derechos y libertades. Mi declaración delante del juez instructor fue condicionada al impacto emocional cuando entras en prisión".
En fase de instrucción, Carme Forcadell también hizo diversas peticiones de libertad asegurando que estaba dispuesta a abandonar sus ideas si comportaban violencia, pero hoy no ha hecho ninguna de esas alegaciones.
Las longanizas
El fiscal Jaime Moreno ha interrogado largo y tendido a Jordi Cuixart sobre Òmnium Cultural y su papel como impulsor de las movilizaciones sociales. En unos correos exhibido se hace alusión al gasto de 500.000 euros en longanizas para botifarradas y Cuixart, tras explicar qué es una botifarrada, ha concretado que se referían a gastar el dinero en "una campaña muy potente que queríamos hacer después del referéndum para visualizar esta oposición rotunda contra todo aquello que supone la celebración del día de la Hispanidad".